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clearDetalles que están presentes en las hebras de esparto, en las manos laboriosas de las mujeres de la región de Murcia, en el oculto olor a cebada tras las rugosas trenzas de tejido.
Nos propone así una desconexión del ritmo frenético que vivimos en las ciudades y se suma a otras piezas de esparto que Martín Azúa ya tiene en la colección permanente del Museo del Diseño de Barcelona. Esta pieza es un regalo para los viandantes de la ciudad, una invitación a descansar y relajarse.
De probar, de equivocarse, de buscar el principio de las cosas, de apreciar el detalle nace la invitación que nos hace Martín Azúa a parar y que, en forma de alfombra de esparto, cubrió la plaza del Born de Barcelona en febrero de 2017.
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