Maestros del tiempo
Andalucía es una región llena de artesanos que han heredado de generación en generación una labor y un oficio que todavía hoy podemos seguir encontrando en sus rincones. Realizamos un recorrido por algunos de los talleres de quienes siguen trabajando con las manos aquello que aprendieron de sus antepasados.
Por Nerea Campos
Andalucía es una de las regiones del país con mayor riqueza y diversidad en cuanto a paisajes, gastronomía, costumbres y cultura. Tierra fértil y llena de inventiva cuyos frutos pueden verse en numerosos ámbitos, ya que sus raíces están colmadas de todo lo necesario para seguir brotando.
Viajar por Andalucía supone una apertura de miras con la que nos adentramos a su gran variedad de lugares, algo que se refleja en su artesanía. Se trata de una tradición que cuenta con varios siglos de aprendizajes y enseñanzas, en los que el conocimiento se traslada de generación en generación.
En la actualidad, los artesanos andaluces reciben un distintivo de Maestros Artesanos que ofrece la Junta de Andalucía, dividido en varias categorías, para reconocer su labor y para que podamos acudir a verdaderos profesionales de su propia especialidad. Artesanos de la cerámica, de bordados, del papel, de vidrieras, de carpintería, de la escultura, de la forja, del textil y de muchos más oficios son denominados como tales de manera oficial.
Reconocer su labor es recorrer la diversidad de una tierra que ha trabajado durante años y años en mejorar su profesión, su actividad comercial y, en definitiva, en ofrecer los mejores productos tradicionales que pueden encontrarse en la región. La artesanía y el turismo se trenzan en defensa de lo que es propio. Al igual que Cervezas Alhambra remanece de Granada: aquí en Andalucía es donde se enraízan las manos.
Los productos de la Andalucía oriental
Antonio Alfonso y su hermano Juan Eugenio son alfareros de Almería que, desde su juventud, trabajan la alfarería tradicional. Su taller, ampliamente reconocido por su nombre “Los Puntas”, es uno de los más fundamentales de la zona, ya que el horno árabe del siglo VIII con el que cuentan ha sido declarado Patrimonio Histórico Artístico.
En Córdoba destaca la carpintería de la mano de Lucas Bravo y su trabajo de artesanía de la madera, lo que le ha llevado a numerosas ferias dentro y fuera de Andalucía. Y también la cerámica, con maestras artesanas como Luisa María García, quien ha sabido equilibrar su labor creadora con la formativa para que otras personas puedan seguir aprendiendo el oficio de la cerámica.
Encontramos un taller de taracea en Granada de carácter familiar que ha heredado Jesús Molero. Su arte pasa primero por un profundo conocimiento de los distintos tipos de maderas, su evolución en el tiempo y su tratamiento para decorarlas siguiendo patrones que llevan años repitiéndose, con revestimientos madereros muy característicos de la provincia.
El arte de la joyería se da cita en Úbeda (Jaén) con los hermanos Ferrándiz Quesada. Su manera de trabajar procede de una larga tradición relojera que se transmite de padres a hijos. La joyería artesanal es el proyecto en el que se han enfocado con mayor profundidad, para lo cual han analizado el comportamiento de materiales como el barro y la plata, elementos que se entrelazan para producir nuevas joyas que mantienen el espíritu heredado.
En Vélez-Málaga (Málaga) se afana Montserrat Puñet en dar visibilidad al oficio del vidrio en la zona de la Axarquía. La decoración artesana con vidrio ofrece multitud de posibilidades que Puñet no cesa de investigar, gracias a su inquietud continua y su interés en los procedimientos más tradicionales.
La artesanía andaluza occidental
Juan Luis Casillas es un artesano de la marroquinería en Ubrique (Cádiz), desde donde ha desarrollado su labor durante más de 30 años, ya que su andadura comenzó a los 14 años como aprendiz del oficio. Ha sabido poner en valor todo su trabajo, pero también el de la artesanía andaluza dedicada a la piel.
En Sevilla la orfebrería destaca gracias a los hermanos Marmolejo Hernández, Alejandro y Juan José. El taller comienza con el padre de ambos y son ellos quienes continúan formándose en metalistería y delineación artística. Así han podido trabajar como orfebres y transmitir la herencia recibida a los aprendices que se acercan a ellos en sus cursos. El aprendizaje que pasa de unas manos a otras.
Desde el año 1850, en la zona de Cortegana (Huelva), lleva la familia de Antonio José López elaborando balanzas romanas para medir cantidades. Son cinco generaciones de artesanos que culminan con el trabajo de Antonio José, quien insiste en mantener viva una tarea artesanal tan antigua y que tanto contribuyó a la agricultura y la ganadería de la región. Con su interés por mantenerlo a flote se encarga de preservar una parte fundamental del patrimonio cultural de la comunidad.
Imágenes: web Jesús Molero, Unsplash (1), Facebook Alfarería Los puntas, Pexels (3)
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