Por Cervezas Alhambra
Su verdadero nombre es Azniv Korkejian, y Bedouine, aparte de ser su nombre artístico, posiblemente define el espíritu de su música y hace referencia a sus raíces. Nacida en Siria, de padres armenios, se crió en Arabia Saudí y después se mudó a Estados Unidos.
Es interesante escucharla reflexionar acerca de cómo ha influido en su sonido ese recorrido vital que la ha llevado desde Alepo hasta L.A.
Cuando aún no podía vivir exclusivamente de la música, Bedouine alternó su faceta de intérprete con trabajos relacionados con la edición musical en la industria de Hollywood. Un ejemplo de esos trabajos es "The Girl and The Fox" (2011), un corto de animación que, a pesar de ser mudo, se expresa a través del sonido y de la música.
Cuando le preguntamos por películas o series interesantes para descubrir buena música, cita sin dudarlo "Eternal Sunshine of the Spotless Mind" ("Olvídate de mi") y los maravillosos scores de Jon Brion. De hecho, esta banda sonora es lo que despertó su interés por el trabajo relacionado con las bandas sonoras.
Ahora ya es una artista consolidada con dos álbumes editados, que gira por todo el mundo desplegando su seductora propuesta artística, en la que fusiona el folk bohemio de los setenta con influencias también de bossa nova o de otras cantantes hipnóticas como Laura Marling.
Tal y como ella misma desvela en la entrevista, el folk ha sido el género que por antonomasia ha marcado sus dos álbumes y, sin duda, su viaje hace que sus canciones suenen a una mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo con arreglos sencillos y elegantes.
Como ella misma nos cuenta, su fuente de inspiración son las relaciones personales. Algo que reflejan sus letras llenas de intimismo, esperanza y nostalgia a partes iguales.