Creadores - Granada
El centenario de una fábrica que elabora, sin prisa, cervezas difíciles de olvidar
Todo maestro cervecero necesita de un lugar mágico en el que idear su gran receta. En el caso de Alhambra Reserva 1925 es una histórica fábrica granadina, la más antigua de España en activo
Cuando sostienes entre tus manos una Alhambra Reserva 1925 algo en ella te lleva a pensar que no es como las demás. Una sensación que se confirma en el momento en el que la pruebas y su profundo sabor, de característicos matices, inunda cada rincón de tu boca.
El secreto de esta cerveza se esconde en una fábrica granadina, en la que tradición y modernidad aúnan fuerzas para crear este preciado líquido dorado, al que impregna de la singularidad de su historia y la característica pausa que rodea su elaboración.
Un centenario ininterrumpido elaborando cerveza
Para conocer los inicios de Cervezas Alhambra es necesario remontarse a 1925, cuando Carlos Bouvard Dürr, de origen francés pero residente en Barcelona, y Antonio Knorr y Ortiz de Urbina, oriundo de Vitoria, decidieron unir sus conocimientos cerveceros para poner en marcha una nueva marca, en este caso, en plena Andalucía.
Para ello, el primer paso fue encontrar el lugar más adecuado en el que construir su fábrica. Debido a la importancia que el agua tiene en la producción de la cerveza, un factor decisivo en la elección fue que el acceso a ella resultara lo más directo posible. Finalmente se decantaron por un terreno que encontraron en el Camino del Fargue, también conocido como la Cuesta de los Cerdos, en pleno centro de Granada. A partir de aquí la historia ya es conocida: edificaron una fábrica que en cien años nunca ha cerrado sus puertas. De hecho, ni la Guerra Civil logró que Cervezas Alhambra parase su producción.
Lo que siempre ha despertado más curiosidad para aquellos que no viven cerca del lugar es ¿qué esconden los muros de la fábrica de cerveza más antigua de España? ¿Cómo ha influido en ella su localización? La respuesta es realmente sencilla: la cerveza se ha empapado del espíritu de sus vecinos. Con ellos ha compartido festejos y celebraciones, tantos que la fábrica hacía su propia Cruz de Mayo con una fiesta para todos los granadinos. Además, su profunda conexión la ha consolidado como un símbolo de la ciudad, lo cual se refleja en el altar mayor de la catedral de Granada, que tiene en su interior una botella de Alhambra como símbolo de protección de la fábrica y las personas que dependen de ella.


La importancia del tiempo en la artesanía
En 1925 Cervezas Alhambra comenzó a fabricar, sin prisa, sus cervezas y, cien años después, sigue acompañando a sus vecinos, formando parte integral del carácter y la identidad granadina. Una manera de entender el proceso de elaboración de sus productos que se refleja en los valores más distintivos de su icónica Alhambra Reserva 1925. Gracias a ello se obtiene una cerveza de espíritu artesanal ideada para ser degustada disfrutando de cada uno de los momentos que la rodean. Pero esto ¿en qué se traduce? ¿Cómo afecta a su sabor?
Si observamos su receta se aprecia una marcada apuesta por la fermentación lenta, nombre que recibe porque la levadura necesita de algo más de tiempo para lograr desarrollar todos sus matices, así como la utilización del lúpulo noble europeo Saaz. Ahora bien, si dirigimos la atención a la esencia de Alhambra Reserva 1925, el enigma se resuelve acudiendo a su tradición histórica: una forma única de hacer las cosas, basada en ofrecer a cada creación y a cada momento el tiempo que merece. Un alma que nace de Granada, la ciudad que desde hace ya un siglo ha inspirado a los maestros cerveceros a crear un producto que nos hagan vivir de forma más consciente y con menos prisa.
Por cien años más
Que Alhambra Reserva 1925 siempre se haya producido en el mismo lugar, que esté plenamente vinculada a Granada, a su forma de sentir y entender no solo la vida, también el arte, es lo que la dota de un carácter tan personal. A causa de su singular localización siempre ha estado cerca de los creadores granadinos, desde artesanos a músicos, pasando por arquitectos o diseñadores. Lo importante no es su oficio, sino que todos comparten la pasión por el tiempo, ese sexto sentido que permite valorar cada aspecto, así como ser conocedores de la necesidad de cuidar y dar la importancia real que demanda cada detalle del proceso.
Con más de 130 empleados en su plantilla, su fábrica es un elemento fundamental de la dinamización del desarrollo y la riqueza local de Granada. Unas instalaciones que han mantenido la tradición en la elaboración de sus cervezas, para que se sigan experimentando con los cinco sentidos, pero que también han incorporado la modernidad e innovación para operar con los máximos estándares de calidad, eficiencia y respeto ambiental.
Este centenario es un momento especial para Cervezas Alhambra porque asienta una filosofía, una forma de entender la vida sin prisa, de forma consciente, de apostar por dejar de hacer para volver a sentir y disfrutar.
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