El mar es fuente de inspiración para el arte. La poesía queda impregnada del movimiento de sus olas en muchos poetas y los pintores no dejan de plasmarlas en sus lienzos. Pero también se deja capturar de otras maneras, como en ilustraciones, o sirve para crear a partir de sus insinuaciones.
Por Nerea Campos
“Amarás una lentitud nueva cada día. Te detendrás a leer la irrepetible escritura de esa frase fucsia de la buganvilla. Te dejo andar, olfato, a ver qué encuentras. Volad, oídos míos, traed ruidos y músicas. Coleccionarás olores diferentes del mar y de las plazas. Los irás bautizando”. La poeta Aurora Luque (Almería, 1962), malagueña de adopción, deambula en su poemario Gavieras por una ciudad cuyo mar y cuyas calles le pertenecen. Al igual que pertenecen a cualquiera que las camine o que las mire.
Su inspiración emana de todo aquello que la rodea: el mar, los olores, las buganvillas. Tantos colores por describir: el ojo los capta, pero es su expresión artística la que nos llega. Qué tendrá el mar que tanta creatividad hace brotar a su alrededor. Nos seduce con ese magnetismo que provoca su movimiento, espirales de espuma desde el blanco más resplandeciente con el sol vertical en hora punta hasta el marrón de las borrascas. Sin olvidar, claro está, los azules más intensos. Variaciones como las que presenta Cervezas Alhambra: cuando se mira al sol a través de una Alhambra Reserva 1925 ese verde se vuelve tan primaveral como los primeros brotes del espino.
Su dinamismo y colores, la cercanía con la naturaleza y la tierra: de ahí nacen las ideas. Musa improvisada que todo lo toca. Así como acaricia a cualquier viandante, a las personas más creativas no las deja indiferentes. Es el caso de pequeñas tiendas de producción local, como Oh my brócoli o La Mar Salá: es el agua salada quien se presenta como naturaleza e inspiración.
OH MY BRÓCOLI: gorritos de producción local
Los productos de proximidad están teniendo un auge en una época en la que todos nos preocupamos por cuidar del planeta y el medio ambiente que nos rodea. En esto se incluye la moda, pues cada día son más las personas que miran por el respeto a la Tierra a la hora de vestir.
Hace pocos meses, nació en Málaga la marca OH my brócoli, una pequeña empresa de producción local que se encarga de elaborar gorros de algodón crudo, muy originales, para protegerse del sol. Siendo esta una ciudad tan luminosa, es bastante frecuente que sus habitantes y visitantes se protejan de los excesivos rayos de luz.
En OH my brócoli tienen en cuenta la finitud del planeta en el que vivimos y su manera de proceder está totalmente en consonancia con este hecho. Por eso los gorros originales que nos traen están coloreados con tintes naturales. Su objetivo es teñir con residuos que pueden ser encontrados fácilmente, como la piel de la cebolla, de la col lombarda, la cúrcuma o la cáscara de algunas frutas. Todo ello hecho a mano siguiendo adelante con el espíritu del #zerowaste y totalmente sostenible.
Los residuos orgánicos ofrecen tantas posibilidades como colores deseen probar para tintar los gorritos. Hacen las pruebas de color y, posteriormente, se hace un degradado para los gorros dando lugar a ese toque tan característico de colores que van haciéndose con tonos más fuertes.
La Mar Salá: desde fanzines hasta camisetas
“Creativa del Mediterráneo” es como se describe en la página de Instagram esta marca cuya creatividad abarca desde la producción de fanzines hasta de camisetas. El mar está presente en el nombre: La Mar Salá, por lo que su identidad con él procede desde la concepción misma de sus productos.
Uno de sus puntos fuertes son los colgantes de plata, cuyos nombres (marisma, ola) no deja lugar a dudas de lo que se puede encontrar en sus diseños.
También ha sido la ilustración una de las materias en la que más han volcado su manera de crear. Por ejemplo, con camisetas que son una reinterpretación propia del Nacimiento de Venus, de Botticelli: una concha de la que sale una figura femenina. O la camiseta corazón: la representación de los corazones es realista, rozando la pulsión biologicista, pero no por ello menos bello.
Aunque las manos entre llamas que plasmaron en su fanzine es también una de las ilustraciones que más se asocian con La Mar Salá. Polvo y cenizas es la plasmación de un arte que vive tanto en imágenes como en palabras y que puede apreciarse en el fanzine y en su cuenta de Instagram. La intimidad se abre paso de muy diversas maneras, pero cabe un elemento común: palabras que se mecen en el agua.
Imágenes: Oh my brócoli, La Mar Salá
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