Conocemos decenas de charts musicales. Canciones perfectas para entrenar, las más emotivas, las más escuchadas… Pero, ¿qué hay de las que nos dan energía, vitalidad, mejoran nuestra emotividad y nos brindan buenas vibraciones?
Por René González
La ciencia, o mejor dicho, la neurociencia, tiene un ranking para responder a esta pregunta. Hace más o menos un lustro, el doctor Jabcob Jolij, de la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, desarrolló un estudio para determinar cuáles son los temas que tienen un impacto más positivo sobre nuestro estado de ánimo. El trabajo fue un encargo de la compañía electrónica británica Alba, que previamente había llevado a cabo una macroencuesta entre sus clientes del Reino Unido e Irlanda acerca de las canciones acerca de las canciones que les hacían felices.
Jolij buscó similitudes en los temas señalados por los usuarios para tratar de establecer un patrón, la fórmula de la felicidad musical. Llegó a dos conclusiones: los bpm (beats per minute) promedio de una canción que nos hace sentirnos bien son más elevados que los de los temas pop estándar, y su tonalidad, en la mayor parte de los casos, también es mayor. El resto de los factores intervinientes son más o menos subjetivos, incluyendo la temática de la letra, si bien el doctor señaló que las canciones que hablan de eventos positivos, como ir a la playa, a una fiesta o realizar actividades con la pareja amada, influyen positivamente en el resultado.
Las primeras posiciones del listado final de temas up-tempo -igual o superior a 150 bpm- y en tonalidad mayor recopilado por Jolij, fueron las siguientes: ‘Don’t Stop Me Now’, de Queen; ‘Dancing Queen’, de Abba; ‘Good Vibrations’, de The Beach Boys; ‘Uptown Girl’, de Billy Joel y ‘Eye of The Tiger’, de Survivor. Había elaborado el primer chart de las canciones más felices de la historia o, mejor dicho, de las canciones que te hacen feliz.
En 1978, Freddie Mercury escribió ‘Don’t Stop Me Now’ para el álbum ‘Jazz’, de Queen, mientras se encontraba en Montreux, Suiza, uno de los lugares favoritos del cantante y en el que residió durante varios años. La letra, una oda al hedonismo, es un auténtico derroche de energía que ha sonado en la banda sonora de películas como ‘Shaun of the Dead’ (2004) o ‘Hardcore Henry’ (2015). Los espectadores del programa británico Top Gear la escogieron en 2005 como “la mejor canción para conducir”. ‘Jazz’ llegó al número 6 en la lista de discos más vendidos de EEUU y al número 2 en la de Reino Unido.
Stig Anderson, Benny Andersson y Björn Ulvaeus, escribieron ‘Dancing Queen’ para ABBA en 1976, la mejor canción del grupo en opinión de una de sus cantantes, Frida Lyngstad. Agneta Fältskog, la vocalista rubia, también señaló en su día que, a diferencia de otros temas de la banda, tenía claro desde el principio que ‘Dancing Queen’ iba a ser un éxito mundial. El tema, cuarto single del álbum ‘Arrival’, ha sido número 1 en más de 20 países y ha vendido más de tres millones de copias. Además, sonó en el 50 cumpleaños de la reina Silvia de Suecia por expreso deseo de la regente.
Escrita por Brian Wilson, ‘Good Vibrations’ fue estrenada en formato de siete pulgadas en 1966. En realidad, la pieza es un conjunto de fragmentos compuestos previamente por Wilson y cuando la crítica se enfrentó a este tema de los Beach Boys por primera vez no reaccionó excesivamente bien. El público, sin embargo, abrazó su complejidad y la convirtió en uno de los temas más icónicos del siglo XX. La letra es obra de Mike Love, a quien se le ocurrió la idea una tarde mientras conducía su coche camino del estudio. Fue el primer número uno de la banda en el Reino Unido, número uno en siete países en total, y en 2016 se certificó que el tema había vendido más de un millón de copias.
La leyenda dice que Billy Joel escribió ‘Uptown Girl’, en 1983, después de conocer, simultánea e inesperadamente, a Elle McPherson, Christie Brinkley y Whitney Houston. De hecho, acabó manteniendo una relación fugaz con McPherson y otra más estable con Brinkley, quien aparece en el videoclip del tema como protagonista femenina y que acabó casándose con el músico en 1985. La canción fue el segundo single de su álbum multiplatino ‘An Innocent Man’, alcanzó el número 3 en los charts de EEUU y fue el único número uno de Billy Joel en el Reino Unido.
En 1982, ‘Eye of The Tiger’ se convirtió en el tema principal de la película Rocky III gracias al empeño del propio Sylvester Stallone, quien dejó varios mensajes en los contestadores automáticos de Jim Peteryk y Frankie Sullivan, miembros de la banda Survivor, pidiéndoles que compusieran una canción para su nuevo filme. Originalmente, la escena de la película en la que suena el tema por primera vez estaba montada sobre las notas de ‘Another One Bites The Dust’, de Queen, pero Stallone explicó a los miembros de Survivor que no podían obtener los derechos y les pidió un tema que lo superase. De ahí que los 108 bpm de la canción coincidan con el ritmo de los golpes que se ven en pantalla. Encabezó el Billboard Hot 100 durante seis semanas a partir del 24 de julio de 1982.
Canciones que contienen la fórmula científica de la felicidad y que, aunque no dispongamos de los fundamentos neurocientíficos para comprender los mecanismos que activan en nuestros cerebros, siempre estarán ahí, a nuestra disposición, para iluminar nuestros días con sólo escucharlas.
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