Con motivo del Día Mundial del Arte, repasamos nombres de artistas y colectivos contemporáneos que están dando que hablar y cuya trayectoria merece la pena tener en cuenta
Por Nerea Campos
Un 15 de abril de hace 569 años, en 1452, nacía en Anchiano, en la República de Florencia, Leonardo Da Vinci, el gran artista y auténtico hombre del Renacimiento, por su faceta de inventor, ingeniero, músico, pintor, escultor, diseñador y científico.
Desde el año 2012, se conmemora en esta jornada el Día Mundial del Arte, con la idea de celebrar la importancia del arte y del pensamiento creativo. También, con la pretensión de integrar en nuestro día a día esa manera de mirar el mundo, como forma de vida y horizonte de lo cotidiano; además de, de esta manera, rendir homenaje a uno de los mayores artistas interdisciplinares de la humanidad.
La iniciativa procede de la IAA (Asociación Internacional de Artes Plásticas), una organización no gubernamental que está afiliada a la UNESCO y que se fundó en 1954. Cuando celebraron la 17ª Asamblea General en Guadalajara, México, decidieron declarar el 15 de abril como el Día Mundial del Arte, propuesta a la que se unieron 150 artistas de Francia, Suecia, Eslovaquia, Sudáfrica, Chipre y Venezuela. Año tras año, más países se fueron sumando hasta conseguir una celebración internacional.
Cervezas Alhambra, como garante del arte contemporáneo en todas sus formas, ha contribuido a que tanto este como todos los días nos podamos acercar al arte, ya sea mediante exposiciones, talleres, reportajes, la plataforma crear/sin/prisa o los premios en los que participa, como el recién entregado en el marco de la feria de coleccionismo ESTAMPA.
Iniciativas que insisten en la importancia de entrelazar lo cotidiano con la belleza y el pensamiento crítico, así como de encontrar nuevas vías de expresión. Desde sus distintos proyectos, Cervezas Alhambra nos anima a tomarnos el tiempo necesario para apreciar los procesos creativos de cada artista al que nos acerquemos.
Irma Álvarez-Laviada: mármol entre leones
Cervezas Alhambra celebró el año pasado el Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente 2020 en la Feria ARCO Madrid, en el proyecto comisariado por Alicia Ventura. De entre las cinco propuestas finalistas, Irma Álvarez-Laviada (Gijón, 1978) fue la ganadora de esta última edición.
Ella lleva años dedicándose al trabajo artístico, pero sus inicios tuvieron lugar con la pintura, hasta que aquello que llamaba su atención fue dirigiéndose más hacia el continente que hacia el contenido. Para su propuesta para el Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente se introdujo en el universo creativo de la Alhambra y el Generalife.
Como proyecto, preparó “Plano y vertical. Pedestal Nº0”, una obra que pudo llevar a cabo con mármol, el mismo material del que se compone el Patio de los Leones de la Alhambra, junto a los artesanos Juan Ángel López García y Pedro Izquierdo.
Álvarez-Laviada señaló con su obra, precisamente, aquello que Cervezas Alhambra suele poner de relieve: la necesidad de apreciar el intervalo de tiempo que hay entre el periodo de creación de una obra y el momento presente desde el que se la mira, valorando todo el proceso creativo.
Además, todas las intervenciones de eliminación, sustitución y transformación que han tenido lugar en el Patio de los Leones dan pie a hacer una aproximación mucho más minuciosa de lo que supone el arte que nos dejaron nuestros antecesores y desde dónde lo vemos ahora, además de cómo lo cuidamos.
La obra de Irma transita entre lo concreto y lo intangible, en una muy shakesperiana manera de interpretar el objeto y el vacío, el ser o no ser, para adentrarnos en lo que tiene el arte que decir sobre lo que él mismo revela y oculta.
La acción creativa del colectivo Flor Motion
En el contexto del Festival Flora, que se celebró en Córdoba en 2019 como forma de acceder a los patios e intervenirlos, se reunieron algunos de los mejores floristas de todo el mundo. Fueron 8 instalaciones las que se hicieron para decorar los patios más emblemáticos de la ciudad. Cervezas Alhambra colaboró en su tercera edición a través de la instalación creada por Flor Motion.
Madrid es la casa de Flor Motion, un grupo de floristas que tratan de promover la cultura de las flores a través de distintas iniciativas creativas con el objetivo de humanizar las ciudades. Con la idea de que la inspiración brotase en nuevos espacios se acercaron también al Festival Flora. Sus acciones de guerrilla floral fueron sembrando las calles de flores para que los ciudadanos puedan llevárselas a casa, cuidarlas y tener su propia parcela de naturaleza.
"Trepidante", la instalación del colectivo, resultó ganadora del primer premio del Festival Flora por, como fue señalado, “su brillante diálogo con el espacio, por la adecuación a la temática, la sostenibilidad y el uso de solo dos materiales” para su creación.
La acción tuvo lugar en el patio central de la Casa de Góngora, donde crearon una construcción de algodón que viajaba alrededor de todo el patio, sostenido en trenzas de mimbre. De esta manera, ponían de relieve la historia del algodón de los campos andaluces en una obra que estaba conducida por los movimientos del viento. Capturaron el movimiento y las ondas para que cualquiera pudiera acercarse a un instante único.
Misterpiro y el dominio del color
Cada año, el Festival C.A.L.L.E. pinta de color las calles del barrio de Lavapiés en Madrid con las intervenciones de grandes artistas emergentes. En su última edición, la sexta del Festival, cuyo cartel fue diseñado por la artista Sara Fratini, Cervezas Alhambra invitó al artista urbano Misterpiro para convertir las paredes de la calle en su propio lienzo.
La intervención se llamó “Movimiento estático”, ya que buscaba que la gente que se pasease por la calle Argumosa, que fue la elegida para esta intervención, se parase y se estremeciese con la amplia variedad de la paleta de colores del artista. Y es que el objetivo de Misterpiro es que el color no solo sea sensible a los ojos, sino al resto de sentidos, para que se pregunten cómo ha llegado hasta ahí, cuál es el movimiento de la mano que lleva al siguiente y el resultado que deja en la pared.
El joven artista lleva más de once trabajando con el pincel como una extensión de sus manos. Los grafitis fueron su primer acercamiento al mundo del arte, por lo que la lógica ascendente era poder seguir haciendo murales en los que las paredes en blanco se presentasen como el lienzo vacío que hay que llenar de color.
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María Marchirant y su escalera al mar
Abierto València trata de acercar al público los proyectos creativos de las galerías de arte contemporáneo de la capital del Turia. Durante su IV edición, la plataforma crear/sin/prisa organizó el Premio Popular Cervezas Alhambra, para que el arte se integre en nuestra vida cotidiana en la ciudad como parte de su compromiso con la creación.
De entre los trece artistas y galeristas que participaron en la edición de 2020, María Marchirant resultó ganadora con su obra "La bañera de la rusa", expuesta en la Galería Vangar. Su proyecto parte de las distintas aproximaciones creativas que a la artista le sugiere el mar: desde el aprovechamiento terapéutico de sus aguas hasta el lado lúdico del mismo con la sola idea de bañarse.
"La bañera de la rusa" es un área de la costa brava bautizada así por la gente de la zona cuando la esposa de un coronel zarista fue a parar a este lugar, huyendo de la revolución rusa en 1917. Esta misma historia es la que da pie a la obra de María Marchirant, en la que sus cuadros van acompañados de una escalera de piscina: ese acceso único al mar.
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