Maestros del tiempo
En Simple (Valencia) se pueden encontrar todo tipo de objetos cotidianos hechos a mano, desde bolsos de esparto hasta menaje de cerámica, con un denominador común: su atemporalidad.
Por Lorena Papí
Volver a los orígenes, cuando todo era más sencillo. Apreciar esa belleza única que ofrece en sus formas lo (aparentemente) simple. Eso que lleva toda la vida haciéndose de la misma manera.
Es lo que representa Simple, la tienda que reúne en Valencia todo tipo de artículos cotidianos, en su mayoría hechos a mano por artesanos de toda España.
Obras creadas en el presente que nos devuelven objetos y oficios de siempre, que forman parte de la memoria colectiva, como la cerámica o la cestería.
Origen de Simple: su historia
Las estrechas calles de El Carmen están salpicadas de tiendecitas singulares. Rincones llenos de encanto en los que, al entrar, el tiempo se detiene. Porque se necesitan horas para que se revele su variopinto mundo interior, en todo su esplendor. Es como adentrarse en otro universo.
Simple es esa tienda que Javier Ferrer, su ideólogo, buscaba siempre en sus viajes por todo el mundo, cuando quería llevarse un recuerdo a casa de aquellas experiencias. Su afán era dar con lo auténtico de cada país: lo real.
Con esta filosofía abrió las puertas de Simple en 2013. Y con un objetivo claro, que era reunir en un único espacio la artesanía más auténtica made in Spain y revalorizarla. Crear un entorno en el que los objetos más mundanos, como una taza o un bolso, se mostraran en toda su belleza, la de su simplicidad.
Simple es un cruce de sinergias entre gente que ama su trabajo y lo auténtico. Un espacio en el que apoyar a la artesanía nacional y, al tiempo, encontrarse con ese cliente capaz de apreciar este tipo de trabajos. Y para su alegría, confiesa Javier Ferrer, “este cliente existe”.
Es el espacio de encuentro del cliente con el artesano, que tiene en Simple su escaparate, su galería de arte. En esta tienda valenciana no solo se venden piezas decorativas: en muchos casos, son trocitos de historia. “Son objetos que nos pertenecen. Que han sido y siguen siendo parte de un imaginario colectivo muy nuestro”.
Los tesoros de Simple
Más que una tienda, Simple es una caja de sorpresas: estanterías repletas de objetos —decorativos, de uso cotidiano o para regalar— tan diferentes como una navaja, una lata de conserva, un plato de loza, una tetera de peltre, un bolso de esparto o una bufanda de lana de oveja merina, hecha en Grazalema.
Todo tipo de creaciones de orígenes diversos —una pequeña parte también de fuera de España— pero con un hilo conductor: su carácter perenne. Son atemporales, porque el tiempo no cambia su esencia. No se dejan llevar por tendencias efímeras, aunque la artesanía viva hoy un renacer, gracias al interés que despiertan las cosas hechas a mano.
Su secreto es que eran igual de bellos cuando se hacían de la misma forma cincuenta años atrás. Porque están creados con la misma actitud pausada que se necesita para descubrir todos sus detalles.
Con esa manera de entender lo que hacen que tan bien conoce Cervezas Alhambra y por eso reivindica en su manifiesto: sin prisa. Porque se necesita tiempo para que los sentidos capten y gocen.
Porque es al utilizar ese sexto sentido que es el tiempo cuando se comienza a ver más. Cuando las manos escuchan y descubren texturas, orígenes. Cuando los ojos aprecian matices.
“Simple reivindica los objetos artesanos y no artesanos hechos en España que dignifiquen al artesano y a las pequeñas empresas que a duras penas se mantienen. Objetos que se alejen de modas y sigan fieles a su estilo”.
Ellos también firman su propio manifiesto cuando hablan de quienes son. Y con el que definen su forma de entender esta aventura empresarial: “Simple persigue románticamente un negocio a escala humana, lejos de grandes monopolios, y apuesta por pequeñas marcas de tradición, casi todas ella familiares. Basadas en una economía real”.
Son tesoros reunidos con una intención: emocionar. Evocar recuerdos e historias, al visitante de aquí. Hacerle viajar en el tiempo. Y que el de fuera se marche con un objeto que contenga verdad, historia. Algo genuino, “objetos reales y duraderos en los que se puede apreciar una historia y un modo de vida, el nuestro”, reza su manifiesto.
El apoyo al talento emergente, una misión común
Simple nace con una misión, más allá de su éxito como empresa: perpetuar en el tiempo productos cuyo recuerdo corre el riesgo de diluirse en el tiempo.
Para que un objeto acabe en Simple debe cumplir un requisito: que tenga alma. Así, a través de esos trabajos de artesanía, nace la relación con artesanos locales y de todo el país: “Se ofrecen, los buscamos, nos damos referencias y, si encajamos, ganamos todos. El artesano suele ser alguien que ama su trabajo y nosotros amamos el nuestro. Por eso encajamos”, confiesa Javier.
Con su concept store, pone en valor los objetos tanto como las manos —su dedicación, su esmero, su saber hacer— de quienes los crean. Esa filosofía del hacer despacio.
Una misión, la de dar a conocer a esos artesanos, que también forma parte de la filosofía y misión de Cervezas Alhambra, pues la casa granadina busca reivindicar la tradición actualizada. A esos creadores que, con el máximo respeto por el saber hacer de toda la vida, son capaces de aportar una visión contemporánea.
El arte, demuestra Simple, se puede expresar a través de objetos universales, esos que se usan cada día, y en su forma más sencilla. El talento también es saber decir mucho en poco: con una textura, con una forma, o a partir de una materia prima tan básica como el esparto o la arcilla. Es en lo simple donde la autenticidad se palpa con más claridad.
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