Tejer, coser y bordar está de moda y tiene mucho de terapéutico
Por Isabel Sauras
Durante años, oficios tradicionales como el de costurera, bordadora o tejedora se relegaron a un segundo plano y las nuevas generaciones daban la espalda a este tipo de trabajos manuales. En los últimos años, y gracias en parte a la difusión de las redes sociales, se ha recuperado el interés por estos oficios y artes tradicionales que ejercían con tanto esmero nuestras abuelas.
Con el fin de recuperar estos oficios, han emergido en las redes sociales proyectos comprometidos que han sabido actualizar con gusto estas artes manuales, enseñando cómo y con qué materiales elaborar piezas bonitas, contagiando su entusiasmo y creando tendencias. Tejer, bordar y coser son, a día de hoy, mucho más que aficiones, al igual que otras tareas manuales, como esculpir en cerámica o pintar. Son vías de escape para quienes quieren vivir sin prisa.
Alrededor de estas aficiones por los oficios antiguos se forman grandes comunidades de gente que comparte intereses por obra y gracia de la aguja y el dedal. Y es que no es ningún secreto que cualquier actividad alejada de las pantallas que requiera nuestra atención al 100% y que nos haga desconectar tiene mucho de terapéutico.
Crear con nuestras manos, ser minucioso, mimar cada detalle y admirar después el resultado es muy gratificante y además nos ayuda a dejar las prisas a un lado para parar y aprender a valorar el tiempo y el trabajo. Una manera de entender el mundo que coincide plenamente con la filosofía de Cervezas Alhambra, empeñada en preservar, desde el respeto, los oficios antiguos para que no se pierdan en el tiempo y se olviden.
Malatrama, artesanía textil contemporánea
Malatrama es un espacio de artesanía textil, un remanso de paz en el que aprender a tejer tapices ubicado en Segovia. En cada tapiz de María se respira amor por la lana, por los trabajos manuales y por las cosas que se cocinan a fuego lento, sin prisa y con detalle.
Malatrama es especialista en tapices tejidos totalmente a mano de forma tradicional, pero sorprendentemente actualizados y rabiosamente modernos. Los tapices se elaboran con telares y están hechos de fibras naturales, por lo que además de bonitos son sostenibles y respetuosos con el entorno.
Además, María, de Malatrama, que ama su trabajo, disfruta compartiendo su sabiduría en talleres presenciales y también en sus redes sociales , donde tiene, desde hace años, una legión de incondicionales.
Trizas y trazos, un punto de encuentro
La propuesta de Trizas y Trazos pasa por combinar una tienda de telas, lanas, libros y accesorios para tejer con un espacio para compartir el amor por el arte de la buena costura. Quienes visitan el espacio tienen la oportunidad compartir talento, charla y aprendizaje, agujas y ovillo en mano. Además de tejer, hacer punto y ganchillo, en Trizas y Trazos se puede aprender a hacer patrones y diseñar prendas de ropa para vestir, para regalar o para decorar.
Cecilia, la artífice del proyecto, tiene claro que sus talleres tienen un componente terapéutico importante para quienes acuden y asegura que Trizas y Trazos es un oasis lanar físico y online en el que se ha creado una comunidad de amigos que ya forman una gran familia.
We are knitters, tejer es cool
Pepita Marín y Alberto Bravo fundaron We are the Knitters en 2011 y, contra todo pronóstico, y a base de mucho esfuerzo, su proyecto se convirtió en muy poco tiempo en una sólida empresa que cuenta con un holgadísimo éxito nacional e internacional. Podría decirse que, gracias a We are the Knitters, tejer es cool y quedar para dar vueltas al ovillo y practicar con las agujas es mucho más que una tarea entretenida, es un estilo de vida, es slow life y es sostenible.
“¡Relájate! vas muy rápido. Estamos comprometidos en hacer un mundo más verde y tejiendo tus propias prendas te puedes unir al movimiento y mostrar tu estilo personal. Hablamos en serio, somos responsables, somos tejedores”, así define su propuesta esta empresa que reivindica lo mejor del oficio de tejedor siendo tienda y escuela para tejedores del siglo XXI.
Divina Costura, escuela para coser y tejer
Carol es Divina Costura en las redes sociales. Siempre estuvo interesada por los trabajos manuales en general y esa afición la llevó a aprender patronaje y a crear sus primeros diseños. “Poco a poco fui entendiendo que las prendas se componen de piezas, a las que llamamos patrones, y estas se van articulando en función de los volúmenes del cuerpo”, explica.
Se dedicó profesionalmente durante años al vestuario y sastrería en cine, publicidad y televisión, y después decidió ponerse al frente de Divina Costura, un taller ubicado en el cosmopolita barrio madrileño de Malasaña, donde imparte cursos de costura y patronaje de forma presencial y online. “Disfruto transmitiendo a mis alumnos lo mejor del fascinante mundo de la costura, con todas las técnicas y trucos que he ido aprendiendo y recopilando a lo largo de estos años”.
Imágenes | Malatrama, Trizas y Trazos, We are knitters, Divina Costura
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