Por Eva Gracia
Hacer de la necesidad de encontrar un pasatiempo con el que escapar de la rutina mucho más que una afición. Convertir esa energía, ganas de crear y de aprender en un modo de vida. La creación contemporánea vive buenos tiempos. Y mucho tienen que ver aportaciones como la de Cervezas Alhambra, que apoya a través de su plataforma Creación de Autor a creadores y proyectos que comparten valores como la pasión por lo artesanal o la apuesta por un modo de hacer que se sale de lo corriente.
Así, en las distintas iniciativas de Creación de Autor han participado artistas y creadores de todo tipo y disciplinas, como Nacho Carbonell, que dio forma a la instalación El Patio inspirándose en La Alhambra de Granada. O Raquel Rodrigo, que creó un impresionante tapiz con el monumento granadino como principal inspiración.
Ese contexto, además, abundan las marcas pequeñas (y no tan pequeñas) cuya historia parte de ese principio, de la búsqueda de un camino para desarrollar la inquietud por crear con las manos, por transformar bocetos en objetos tangibles. Esa es, también, la historia de Bakari.
«Yo vengo del mundo del derecho. Trabajaba mucho y quería algo con lo que distraerme los fines de semana, así que empecé a hacer cursos de joyería. Lo hice porque desde pequeña se me han dado bien las manualidades, pero también porque mi abuela es una persona que ha marcado mucho mi desarrollo personal, y ella era una mujer tremendamente artesanal. Hacía una técnica de deshilado muy laboriosa, podía pasar entre nueve meses y un año con una labor. Crecí con ese trabajo y siempre me había llamado mucho la atención la elaboración manual». Quien habla es Carmen López, alma mater de Bakari, marca que fundó hace cinco años.
«Con los cursos de joyería empecé como un hobby, pero me di cuenta de que me gustaba mucho. Me parecía apasionante crear algo desde cero, conceptualizar la idea, darle forma y conseguir que se convirtiera en una joya», continúa.
Poco a poco, el pasatiempo de Carmen comenzó a ser su profesión: estudió un máster de diseño de accesorios de moda y se adentró en el mundo de los bolsos. Así nació Bakari, un proyecto cuyas constantes vitales son los principios de la artesanía tradicional y el valor del diseño contemporáneo.
En sus bolsos y joyas, esta marca ahonda en la relación entre estos dos valores, principios que comparte con Cervezas Alhambra. La casa granadina recurre a su origen en cada elaboración, pues tiene a Granada como una referencia constante, como un hogar (literal y figurado) al que volver siempre en busca de inspiración, de los valores con los que nació y que siguen marcando su paso a día de hoy.
Cervezas Alhambra, como también hace Bakari, combina su esencia más tradicional con la contemporaneidad. Sus principios de elaboración manual hoy siguen presentes en ella, pues el lúpulo se añade a mano en sus distintas variedades. Y este modo de trabajo se une a la innovación , a la vocación de crear propuestas diferentes y rompedoras, como Alhambra Baltic Porter. Esta cerveza, producida y envasada en Granada, es una reinterpretación del estilo tradicional Baltic Porter. Pero no una reinterpretación cualquiera: es la versión de los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra, tomando esas raíces europeas y dándoles una profunda identidad nacional.
Bakari, la historia de un nombre
Bakari, además de una palabra con una bella sonoridad, es un término con historia. Al menos, para la marca de Carmen. «Cuando estaba pensando nombres para el proyecto, vi la película ‘Intocable’ en su versión francesa, que me encantó. En un momento, el cuidador le dice al protagonista: ‘Mi nombre es Bakari’. Me quedé con él y busqué su significado: ‘que ama el color, las proporciones y la alegría y, por encima de todo, ama la naturaleza’. Me pareció que encajaba perfectamente con la idea de marca que tenía», cuenta.
Ese es otro de los rasgos característicos de Bakari: desde su germen, Carmen sabía con certeza lo que quería conseguir con la firma. «Tenía muy claro que no quería ser una marca más, quería aportar cosas novedosas y que a través de mis diseños se pudieran transmitir esos valores que yo considero importantes», subraya Carmen.
De líneas geométricas, casi abstractas, puramente contemporáneas y puramente atemporales. Los diseños de Bakari, al apoyarse en los valores de artesanía y tradición revisitadas desde el primas del diseño actual, comparten su espíritu con los proyectos de Creación de Autor, la plataforma con la que Cervezas Alhambra apoya la creación contemporánea, que se encuentra tanto en intervenciones a gran escala como en pequeñas piezas como bolsos o joyas.
Desde el Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente hasta las colaboraciones con artistas de renombre internacional, como Pier Paolo Ferrari, que dedicó una serie de fotografías a la casa granadina, Creación de Autor es un amplio paraguas bajo el que se cobijan acciones tan variadas y ricas como el propio mapa creativo actual.
Sostenibilidad: un paso más allá
Los valores de Bakari son firmes, claros y fuertes: sostenibilidad, artesanía y tradición. Son solo tres palabras, pero tras ellas hay mucho empeño y dedicación.
La sostenibilidad está en el ADN de Bakari. La marca, con su profundo respecto al medio ambiente, va un paso más allá en el concepto y lo une a la investigación. Igual que Cervezas Alhambra apuesta por este valor con su proyecto Terrazas Sostenibles, donde vincula el cuidado de la Tierra con la innovación a través de sus parasoles, que ayudan a generar un aire más limpio, Bakari hace lo propio en el uso de materias primas y producción.
La sostenibilidad, además, es transversal a los distintos proyectos de Cervezas Alhambra. Está en la raíz de sus nuevas terrazas, pero también viste su plataforma Creación de Autor. La sostenibilidad entendida como apuesta por lo cercano y local, por los creadores y artesanos españoles, por el empleo de materias primas de cercanía y respetuosas con el medio ambiente.
Ese respaldo total al made in Spain es otro de los puntos que Bakari comparte con la cervecera granadina, pues todos los artesanos y materiales con los que trabaja son nacionales. Por un lado, emplea maderas de nogal español con el sello FSC, que certifica que un bosque se ha manejado de manera responsable. Por otro lado, hace del upcycling su bandera: con la política de ‘residuos cero’ como fondo, Bakari emplea como materias primas aquello que a otras industrias ya no les sirve.
«Trabajamos mucho con mármol, pero, para joyería, necesitamos piezas muy pequeñas. Por eso trabajamos con una empresa de Madrid especializada en mobiliario y cocinas: los descartes que a ellos no les valen, pues necesitan bloques más grandes, a nosotros sí», relata.
Un proceso similar sigue con la plata: sus joyas con plata EcoSilver están elaboradas a partir de plata reciclada procedente de restos de la industria electrónica, joyera o, incluso, de equipo médico. «La sostenibilidad es el pilar fundamental de la marca. Y está muy unido a todo lo demás, que es la producción artesanal y el valor de la tradición. Me parece muy bonito e importante que se mantengan las tradiciones y que no se pierda el conocimiento. La delicadeza y el trabajo que da un buen producto artesanal no la dan las máquinas», subraya Carmen.
Bakari se mueve como pez en el agua en la convivencia de la tradición y la artesanía con la modernidad y el diseño contemporáneo. Esta marca conjuga esos dos términos en cada bolso, cada par de pendientes, cada anillo, cada colgante.
Y, del mismo modo, Cervezas Alhambra aúna su saber hacer y tradición con la innovación para dar forma a elaboraciones como Las Numeradas, unas cervezas criadas en barricas de roble que, en su día, contuvieron vino de Jerez. Amontillado, Palo Cortado y Pedro Ximénez son las tres variedades de Las Numeradas, unas cervezas cervezas que desafían los límites de lo establecido. Que van un paso más allá y que son fruto del conocimiento de los maestros cerveceros de la casa granadina maridado con su valor y vocación de arriesgar con nuevas propuestas.
Nacida como una marca con vocación de aportar en el cuidado del medio ambiente, Bakari apuesta por un desconocido pero útil sistema para obtener la piel, materia prima de sus bolsos.
«Uno de nuestros hitos más importantes ha sido encontrar una alternativa a la piel tradicional. En las curtidurías, las pieles se laminan para darles el mismo grosor. Cuando sacan esas láminas se va generando un desecho, un desperdicio que, en el fondo, sigue siendo piel. Para evitar tirar esos retales, hay una empresa los recoge y crea otro producto nuevo. Los trituran, generan una pasta de piel y, con eso, una piel reciclada. Acabamos de lanzar la colección Loving Earth, elaborada con ese material y terciopelo», detalla Carmen.
Apuesta por la tradición artesanal española
Bakari produce sus diseños apoyándose en artesanos españoles, conocedores de esa tradición a la que tanto valor da Carmen. «Fabricar en España hace que la huella de carbono sea menos impactante, dentro de que todo el consumo la implica. Además, no solo trabajo con fabricantes españoles, sino con materias primas que también son de aquí», subraya.
El proceso de producción de esta firma es todo un ejercicio de coordinación de maestros artesanos. «En joyería, yo diseño los prototipos y trabajo con un taller de confianza que elabora las piezas de principio a fin», explica Carmen López.
«En el caso de los bolsos, selecciono los materiales y cuento con distintos artesanos que dan forma a cada parte de la pieza. Después, yo le doy el toque maestro, como puede ser la colocación de un broche de mármol», continúa.
El proceso de elaboración de los diseños de Bakari está enmarcado en una pasión total por el cuidado del detalle. «Cuando te sales de lo convencional y trabajas con materiales tan peculiares como los nuestros, tienes obligatoriamente que centrarte en los detalles, que son los que aportan distinción, autenticidad. No hay una madera igual que otra, un mármol igual que otro…», analiza la impulsora de la marca.
Al observar el universo de Bakari, tanto su estética como sus productos, se percibe ese mimo por el detalle en cada bodegón fotográfico, en cada costura, en cada línea de una joya.
Ese valor también es compartido con Cervezas Alhambra: la pasión por cuidar aquello que aparentemente no se ve, pero que es crucial y que dota de personalidad a cualquier elaboración, está en el ADN de la casa granadina. Mimar cada paso del proceso y a cada persona que interviene en él es su sello de identidad; apostar por lo original, lo que, a través del tiempo y la constancia, se convierte en único e irrepetible, su razón de ser.
El tiempo como eje
«Yo siempre he pensado que las prisas no traen cosas buenas. El mundo de la moda parece como una rueda de hámster, puedes meterte ahí y te das cuenta de que no sabes hacia dónde estás yendo. Creo que es importante salir, abstraerse de eso, tener claros los valores de la marca», opina Carmen.
«En mi caso, quiero que el cliente valore que está invirtiendo en una pieza artesanal, de diseño, que no es convencional… Creamos con la idea de perdurar en el tiempo, la idea de que lo que hacemos no está unido a la locura del fast fashion y que quien lleva este producto está representando esos valores», concluye.
Una concepción del tiempo singular, pero compartida con Cervezas Alhambra, que ve en este elemento un sexto sentido, un potenciador del resto, un pretexto para volcarse con lo aparentemente insignificante y verdaderamente diferenciador.
Bakari, con sede en Madrid, ha llevado sus diseños al otro lado del Atlántico. En Nueva York, la marca tiene un espacio expositivo o showroom, un lugar donde exhibe el poderío de la artesanía española a la Gran Manzana.