Es Tendencia - Gastronomía

Cómo y cuándo los chefs se convirtieron en celebridades

16 dic 2023

Los cocineros hoy se encuentran entre las personalidades más reconocibles e influyentes del mundo del espectáculo, pero hasta hace un siglo nadie lo hubiera dicho.

Por Alberto Barbieri

El éxito de programas televisivos de cocina ha sido una constante durante las últimas dos décadas y no muestra signos de aflojar. Los cocineros de alto nivel protagonizan diferentes formatos, desde reality shows hasta documentales. En el Reino Unido se estima que cada semana se emiten 434 horas de programas de cocina. Los chefs ya son verdaderas celebridades.

El historiador Tito Livio dijo que el declive del Imperio Romano comenzó cuando los cocineros se volvieron más importantes y solicitados que los generales. Muchos hoy sostienen que el opulento Occidente vive un período de decadencia, preocupado por problemas que en realidad no lo son, porque ha resuelto la mayoría de los importantes, como el hambre. Los programas de cocina, de hecho, triunfan allá donde comer ya no es solo una necesidad, sino un espectáculo.

Sin embargo, el fenómeno de los y las chefs famosos no es solo televisivo. Estas celebridades de los fogones cuentan con un gran número de seguidores en las principales redes sociales, sus libros de recetas triunfan en las librerías, y los restaurantes con estrellas o soles suelen ser conocidos por la población general. Es el caso de los establecimientos liderados por los chefs colaboradores de Cervezas Alhambra: de Paco Morales a Eneko Atxa, pasando por Lucía Freitas, Nacho Manzano o Jesús Sánchez.

En el nuevo milenio los chefs más populares se han convertido en referentes culturales, sumándose a un pequeño círculo formado por deportistas, actores y cantantes. El estatus de ‘rockstar’ de los chefs más famosos ya está bastante consolidado, pero no era algo tan previsible hasta mediados del siglo pasado.

Chefs

Los chefs no siempre fueron famosos

Durante siglos, de hecho, las cocinas no fueron un lugar de trabajo muy apreciado: a menudo estaban sucias, olían mal y era difícil respirar debido al humo. Se encontraban en sótanos y estaban pobladas por trabajadores que vivían en pésimas condiciones. El papel del chef no era particularmente reconocido. Los restaurantes, cuyo concepto moderno nació en la segunda mitad del siglo XIX, podían llegar a ser muy conocidos, pero al chef le resultaba más difícil ser reconocible fuera del ambiente profesional.

Ha habido alguna excepción a lo largo de la historia. Tras lo denunciado por Tito Livio, hay que remontarse al Renacimiento italiano, cuando Bartolomeo Scappi, chef de los Papas Pío IV y Pío V, fue una de las primeras celebridades en la materia, hasta el punto de publicar un gran tratado de cocina. Marie-Antoine Carême y Alexis Soyer fueron chefs franceses que se hicieron famosos respectivamente en Francia y el Reino Unido a principios del siglo XIX.

Pero la verdadera revolución llegó con la televisión y la creciente popularidad y afirmación de las guías Michelin y sus estrellas. Especialmente en el mundo anglosajón, a partir de los años 50 los programas de televisión popularizaron el rostro de chefs como Philip Harben, Fanny Cradock y Julia Child. Esos programas presentaban principalmente ambientes familiares, recetas tradicionales y platos fácilmente reproducibles. Un estilo parecido al de Karlos Arguiñano, pionero de la cocina televisiva en España.

Poco a poco los chefs descubrieron que también podían influir en los circuitos turísticos: fue el caso de Paul Bocuse, Joël Robuchon y Alain Ducasse en Francia, de Gualtiero Marchesi en Italia, de Marco Pierre White en el Reino Unido y Ferrán Adriá en España. La difusión televisiva tampoco paró y cocineros de talento pero poco conocidos encontraron una audiencia más amplia gracias a programas dedicados a los aficionados.

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La importancia de la televisión

Llegaron entonces formatos de éxito como el reality estadounidense Top Chef, considerado el modelo para todos los siguientes, a partir de MasterChef. En todos los países donde se emite este último programa, los jueces (en España, Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera) se han convertido en auténticas estrellas del mundo del espectáculo.

Si Arguiñano suele contar que sufrió cierto esnobismo por parte de la crítica gastronómica a raíz de su actividad televisiva, hoy las cosas han cambiado mucho. Gordon Ramsay, uno de los chefs más famosos del mundo, fue uno de los primeros grandes nombres que, a partir de 1997, hizo de la televisión un componente decisivo de su carrera. También fue el primero en convertirse en una celebridad no tanto por su talento culinario sino por su peculiar personaje protagonista del programa Hell's Kitchen, que triunfó en España gracias al chef Alberto Chicote.

Ramsay también supo aprovechar el poder de las redes sociales: hoy tiene casi 15 millones de seguidores en Instagram. Otro chef mediático como Jamie Oliver tiene 9,5 millones, mientras que algunos personajes han construido su popularidad enteramente gracias a la red. Este es el caso de Jean Imbert, cocinero francés conocido por su colección de fotografías con famosos. O Salt Bae, el chef turco que se hizo popular por una extraña forma de salar filetes y que a partir de ese gesto supo construir un rentable negocio comercial.

Hoy en día, los chefs son tan numerosos y consolidados en el mundo de las celebridades que un estudio ha evidenciado la existencia de diferentes tipos de ellos. Según este análisis, hay chefs artistas, que buscan y "atraen la atención de los medios de comunicación”; chefs escritores, que ofrecen "no solo recetas, sino también una mirada desde dentro de las cocinas profesionales”; chefs emprendedores, que utilizan su celebridad para crear una marca; chefs profesores, “un modelo y una inspiración para alimentar la industria con nuevos protagonistas”; y chefs rebeldes, que “se resisten a la celebridad para mantener la autenticidad y la integridad”.

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