Listas de Spotify, de ventas, el chart de Youtube, el top 100, las mejores canciones del año, de la década, del siglo, de la historia… Medir el éxito se ha convertido en una inquietud constante dentro de la industria musical. Se conceden discos de oro, de platino y hasta de uranio.
Por René González
Contabilizamos las cifras de asistencia a los conciertos, los volúmenes de participación en los festivales, las conexiones de los streamings, las views, los likes… Pero la obsesión por controlar las cifras no es, en absoluto, nueva. En el instante en el que la música pudo grabarse y comercializarse a través de soportes, surgió la necesidad de conocer e informar acerca de los artistas más populares, confundiendo en más de una ocasión y no sin cierta perversidad la calidad de las obras con su grado de penetración social.
La primera lista de éxitos de la historia data del 4 de enero de 1936 y recibió el sencillo nombre de ‘hit parade’. Se dio a conocer en las páginas de la revista Billboard, fundada en 1894, y desde entonces el nombre de esta prestigiosa publicación ha quedado eternamente vinculado al concepto de los charts. Cuando idearon aquella versión primigenia de los charts, nadie podía augurar que aquella simple lista ayudaría a salvar a la radio a través de la radiofórmula o que su importancia no dejaría de crecer con los años.
Poco a poco, la idea evolucionó hasta convertirse en el Billboard Hot 100 que todos conocemos. En la actualidad, grupos como los surcoreanos BTS o artistas como Bad Bunny, el primero en aupar un álbum íntegramente en español a lo más alto de este hit parade el pasado diciembre, coronan el de la era de la globalización.
Pero en sus primeros compases, cuando aún brillaba inocente en el escaparate del ‘american way of life’, el panorama resultaba muchísimo más homogéneo. Los cinco primeros éxitos que alcanzaron el olimpo del hit parade fueron ‘The Way You Look Tonight’, de Fred Astaire; ‘Pennies from Heaven’, de Bing Crosby; ‘Glory of Love’, de Benny Goodman; ‘There’s a small hotel’, de Hal Kemp y ‘When did you leave heaven’, de Guy Lombardo. Nada que ver con la actualidad.
Para entender el contexto en el que se creó aquel primer hit parade de la revista Billboard hay que remontarse hasta 1920-1930, un periodo entreguerras en el que la variedad musical resultaba escasa y los gustos populares eran bastante sencillos. Las big bands copaban la escena y muchas de ellas coincidían en sus repertorios, por lo que no resultaba extraño que diversas versiones de un mismo tema ocuparan diferentes posiciones dentro del chart. El 4 de enero de 1936, Billboard lanzó su primer ranking musical y el 20 de julio de 1940 hizo lo propio con su Music Popularity Chart , el primer listado de popularidad musical de la historia. En España, las primeras listas de éxitos y ventas surgieron en la década de los 40, empleando como criterio de medición las cifras oficiales de la Sociedad General de Autores de España, SGAE. Artistas como Angelillo, Miguel de Molina o Tomás de Antequera, copaban las tasas de popularidad en el país y quedaba muy poco para que, ya en los 50, se acuñase la célebre expresión “canción ligera” o se pusiera en marcha, a imagen y semejanza del de San Remo, el Festival de Benidorm.
A partir de 1958, cuando la industria musical comenzó a fabricar megaestrellas y a generar ingentes beneficios, la revista fue consciente del verdadero potencial de su invención. Billboard perfeccionó y renombró la lista, que pasó a denominarse ‘Hot 100’ y a combinar las ventas de singles con el número de veces que rotaban en las emisoras de radio. ‘Poor Little Fool’, de Ricky Nelson, fue el primer número uno de la era moderna. Dicha rotación de canciones dio pie a la radiofórmula, que logró salvar la popularidad de la radio tras la vertiginosa irrupción de la televisión en el panorama norteamericano del ocio de los años 50. Un locutor, una lista de éxitos y una serie de comentarios entre canción y canción acerca de los artistas y su música. El fenómeno funcionó incluso mejor de lo esperado, se expandió internacionalmente y las cadenas comenzaron a desarrollar sus propios charts, construyendo un intrincado entramado promocional que sigue vigente a día de hoy. Aquellos listados estadounidenses contribuyeron a fomentar la afición musical de los oyentes, manteniéndolos informados de las novedades y alimentando su juicio crítico.
Los datos recopilados a lo largo de los años de vida del Billboard han permitido a sus responsables dibujar una extensa y variada composición, un relato fiel de la evolución en los gustos musicales populares. Actualizado a diciembre de 2018, el listado de artistas con más canciones durante más semanas consecutivas dentro el Top 100 se abre con Lionel Ritchie (‘Endless Love’, ‘Say You, Say Me’, ‘All Night Long’), sigue con Boyz II Men (‘I'll Make Love to You’, ‘One Sweet Day’, ‘End of the Road), continua con Bee Gees (‘How Deep is Your Love’,’Night Fever’, ‘Stayin' Alive’) y se cierra con Paul Mc Cartney (‘Silly Love Songs’, ‘Say Say Say’, ‘Ebony and Ivory’). Ningún otro intérprete o banda ha conseguido llevar tres de sus canciones hasta este particular olimpo. Artistas como Bruno Mars, Black Eyed Peas, Ed Sheeran, The Beatles, Marvin Gaye, Michael Jackson, Elton John, Stevie Wonder, Mariah Carey, Diana Ross o Pharrell Williams únicamente han colocado dos de sus temas durante varias semanas seguidas dentro este prestigioso chart.
Ni siquiera el ‘Despacito’ de Luis Fonsi, la canción rompe récords que reportó a su autor 16 millones de beneficios sólo en plataformas online y que pulverizó todas las cifras de visualizaciones en YouTube con más de 6.000 millones de reproducciones, ocupa el primer puesto de singles con más semanas en el Billboard Hot 100. Sus 16 semanas le relegan al tercer puesto, empatada en permanencia con ‘One Sweet Day’, de Mariah Carey & Boyz II Men, que ocupa la segunda plaza, y tres semanas por detrás de ‘Old Town Road’, de Lil Nas X & Billy Ray Cirus, que corona la competición.
Auténticas leyendas, como Nirvana, líderes de toda una corriente musical como el grunge, jamás colaron un single en el número uno de este listado. Su máximo logro fue ubicar su himno generacional ‘Smell Like Teen Spirit’ en el número 6. Dos de sus discos, ‘Nevermind’ e ‘In Utero’, sí que llegaron a lo más alto, pero en el chart de álbumes.
Tampoco Bruce Springsteen, uno de los iconos más consolidados de la música estadounidense, ha logrado nunca un número uno. ‘Born in the USA’ escaló en su día hasta el número 6 y la más que popular ‘Born to run’ se situó en el puesto 23. Con ‘Dancing in the Dark’ estuvo a punto de lograrlo, pero se quedó en el número 2.
Grandes clásicos, auténticos tótems del Hall of Fame, se han visto relegados a papeles secundarios en la historia del Billboard Hot 100. Jimi Hendrix nunca tuvo un single en el top 10 de la tabla. The Who únicamente consiguieron entrar en dicho top en una ocasión, en 1967, con ‘I can see for miles’, lo mismo que Johny Cash con ‘A Boy Named Sue’. Ninguno de los 16 singles que jalonan la carrera de Led Zeppelin ascendió hasta el primer puesto. ‘Whole Lotta Love’ llegó al cuarto y ‘Stairway to Heaven’ nunca entró en la lista porque la banda jamás la publicó como single. Bob Dylan tiene un premio Nobel de la Paz, pero ni un solo número uno en el Billboard. Su máximo logro, dos números 2 con ‘Like a Rolling Stone’ y ‘Rainy Day Women’. Una historia que se repite en el caso de James Brown, con numerosas canciones dentro del top pero ni un solo número uno.
En la actualidad, Billboard publica más de 100 listas cada semana. El Hot 100 se centra en las canciones, el Billboard 200 en los álbumes y Social 50 en los artistas. Y pese al medio siglo largo transcurrido desde su creación, los profesionales del sector aún consideran que el Billboard Hot 100 es una de las herramientas más útiles para mantenerse al día de las novedades musicales.
IMÁGENES | UNSPLASH
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