Es Tendencia - Gastronomía
De atún o de crema de cacahuete: los panes sin harinas son tendencia
Innovación en la panadería: adiós a la harina, hola a la creatividad. La nueva oleada de panes sin harina revoluciona tanto cocinas como redes sociales
Tanto las redes sociales como el panorama gastronómico en general andan siempre en busca de nuevas recetas que reinventen lo tradicional. Bien porque es una forma muy creativa de generar nuevos sabores y texturas, o bien porque se adaptan a las necesidades de muchos comensales.
En medio de este torbellino de modas y tendencias gastro, los panes sin harina han emergido de forma imparable. Conquistan sobre todo a los amantes de desayunos con tostadas y comidas que se rebañan que, por razones de salud o simple elección nutricional, no desean consumir trigo.
Es entonces cuando el ingenio de los más cocinitas se ha puesto manos a la obra con alternativas a la harina que, sin duda, convencen. Buen ejemplo de ello son los panes elaborados con atún, crema de cacahuete, arroz u hortalizas que están cambiando por completo el concepto original. La pregunta es… ¿Se puede lograr un pan esponjoso, dorado y sabroso sin utilizar harina? Hacemos zoom en esta tendencia a través de cuatro ejemplos de pan sin harina que responden tanto a gustos como a preferencias nutricionales.
Pan de atún: proteínas en cada mordida
Uno de los ejemplos más sorprendentes de esta tendencia es el pan hecho a base de atún. En lugar de recurrir a harinas tradicionales, el pescado toma el protagonismo como base proteica de la receta.
Es una de las elecciones favoritas entre deportistas y se prepara en muy pocos pasos. La clave, en su caso, es mezclar el atún -ya sea enlatado o fresco- con huevos y algún agente aglutinante, como el queso crema o el yogur natural. Se hornea durante unos 15 minutos, a 180ºC, aunque también hay quien lo prepara al microondas, durante cinco minutos y a máxima potencia. De esta forma, obtenemos una masa suave pero firme, que adquiere una consistencia parecida al pan (aunque en este caso es bajo en carbohidratos, alto en proteínas y lleno de sabor).
Como toque final podemos añadir alimentos frescos, como tomate, lechuga o queso, y tomarlo a modo de sandwich. Una vez lo pruebes, se convertirá en una de tus cenas más recurrentes y versátiles.
Crema de cacahuete: untuosidad y sustancia
El pan de crema de cacahuete es otra estrella en ascenso en este universo sin harinas. A pesar de que pueda parecer una opción dulce, este pan se puede adaptar tanto a formato dulce como salado, dependiendo de los ingredientes con los que se combine. Además, es perfecto como sustituto de panes de miga firme, como los de estilo alemán.
La base se compone de crema de cacahuete (o de cualquier fruto seco), huevos, un toque de levadura y, si nos apetece, algún edulcorante o sal. En un tamaño medio -como de molde de bizcocho estándar-, necesitaremos unos 50-60 minutos de horneado, a 170º C. No obstante, es importante precalentar el horno a la misma temperatura antes de ponernos a cocinar. La textura que se consigue es densa y un poco húmeda, perfecta para un desayuno muy saciante.
También lo podemos emplear en alguna tosta más creativa para cualquier otra comida del día, con productos frescos como tomate, pimientos de piquillo o queso tipo brie. De hecho, te recomendamos maridarlo con Alhambra Reserva 1925, el buque insignia de Cervezas Alhambra, que eleva todos sus matices sobre el paladar cuando se combina con los toques tostados del cacahuete.
Pan de coliflor: el pan Naan para tomar más verdura
Hace tiempo que la coliflor ha dejado atrás su fama de aburrida. Si hace algunos años la empezábamos a ver transformada en masa de pizza o como sustituto del arroz, ahora se incorpora también al mundo de los panes con una receta muy popular en las redes sociales.
La elaboración parte de una coliflor rallada que se cocina brevemente para eliminar el exceso de humedad. Luego se mezcla con huevos, queso y algún tipo de harina de frutos secos, como la de almendra o coco, que ayuda a darle cuerpo. A continuación, añadimos una capa fina (no más de un dedo de altura) sobre un molde redondo y horneamos durante unos 15-20 minutos, a 200º C. Obtendremos un pan esponjoso y suave, muy similar al delicioso pan Naan de la India, ideal para quienes buscan reducir su ingesta de carbohidratos sin sacrificar el placer de una buena rebanada.
Pan de calabaza: esponjoso y lleno de nutrientes
En el mundo de los panes sin harina, el de calabaza ha comenzado a destacar como una opción deliciosa y llena de nutrientes. Este pan aprovecha el dulzor natural y la textura suave de la calabaza, que está en su mejor temporada, para crear una miga esponjosa y ligeramente húmeda.
Se obtiene mezclando puré de calabaza con huevos, un toque de polvo de hornear (si lo preferimos, levadura) y, en lugar de harina convencional, se suele emplear harina de almendra o de coco. Se hornea durante unos 30-40 minutos a 180º C, con el horno previamente precalentado. Por supuesto, podemos emplear el truco del palillo para comprobar que la cocción es perfecta. De esta forma, conseguiremos un pan dorado, con un aroma especiado al que podemos añadir canela, nuez moscada o incluso jengibre, dependiendo del gusto.
También podemos incorporar unas pasas a la mezcla, si lo que nos gusta es un resultado todavía más dulce. Y si buscamos un maridaje muy especial, nada como Alhambra Reserva Roja, que también tiene toques de dulzor muy interesantes que contrastan a la perfección con las notas amargas del lúpulo.
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