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Postres kawaii: la repostería japonesa que querrás probar

23 ago 2023

¿A qué saben mochis, dorayakis, bolas dango? Descubrimos una de las tendencias gastronómicas del momento: el lado más dulce de la cocina japonesa.

Por Esther Morales

Los secretos de la gastronomía nunca dejan de sorprender. Y, por lo que se ve, los postres japoneses han llegado para ofrecer a nuestros sentidos el lado más kawaii de los sabores nipones. Cuando creíamos que conocíamos esta singular cultura culinaria al completo, con su ramen, su sushi, las tempuras y los onigiris, toca dejar hueco para el postre y deleitarse con una de las pastelerías más delicadas del mundo.

Y no lo hacemos desde las calles de Tokio, sino desde ciudades como Madrid o Barcelona, donde las pastelerías japonesas y sus propuestas copan las tendencias gastronómicas del año. Pero si te preocupa acudir a uno de estos locales y no saber cómo se llaman los postres japoneses o qué dulces hay en Japón, te proponemos una panorámica en torno a sus pastelitos más populares.

Los 10 postres japoneses más populares

Llámalos como quieras: dulces japoneses o pasteles japoneses. Aunque lo ideal es que aprendas sus nombres para pedir el que más te llame la atención. Prepárate para sorprenderte con nuevas texturas, ingredientes insólitos y una forma única de presentar la repostería.

Mochi

Es el pastelito japonés por excelencia. Aunque parezca una gominola, el mochi está preparado con una pasta de arroz cocida que se amasa y golpea hasta conseguir una textura chiclosa. En la elaboración tradicional, el interior se suele rellenar con pasta de alubias, también conocida como anko. Pero en las elaboraciones más contemporáneas podemos encontrar tantos sabores como queramos: de frutas, chocolate, frutos secos o, incluso, de té matcha, que es todo un habitual entre los postres japoneses.

Dorayaki

Este pastelito individual se hizo muy popular entre los amantes del anime por ser el postre japonés de Doraemon. No está claro su origen, pero la versión moderna fue inventada en 1914 por Ueno Usagiya (de hecho, en Japón existe una conocida pastelería especializada que lleva su nombre).

Sus dos cubiertas exteriores están hechas de una masa similar a la de las tortitas de desayuno, mientras que su interior contiene la tradicional pasta de alubias azuki. ¿Y qué sabor tiene el dorayaki? En el paladar es equilibrado, con pinceladas de miel y dulzor comedido.

Dango

El dango podría considerarse como el primo del mochi. Se prepara también con arroz glutinoso, agua y azúcar, lo que le da una consistencia chiclosa (aunque no se suele rellenar). La versión dulce más conocida se presenta en una brocheta y con las bolas teñidas de colores pastel, como salían en la popular serie Naruto. También es habitual cubrirlos de siropes, mermeladas o melazas, lo que da como resultado un sabor bastante dulce e intenso.

Taiyaki

La peculiaridad de este pastel es su forma de pez. De hecho, en español su nombre se puede traducir como ‘besugo asado’. En las calles de Tokio se suelen adquirir a un precio de menos de 2€ al cambio, recién hechos y rellenos de pasta de alubias. Son bastante similares a los dorayakis, aunque su masa es más gruesa y firme, lo que da lugar a otras presentaciones curiosas, como usarlos a modo de cono para helados. Imprescindibles si quieres sacar a relucir el lado más instagrameable de los postres japoneses.

Daifuku

El daifuku se traduce como ‘gran suerte’, quizá porque se caracterizan por llevar en su interior una sorpresa, como una fresa entera o, incluso, un poco de helado, según una receta desarrollada en los 90. El resto del pastel es exactamente igual al mochi y un poco más grande, con el fin de soportar el ingrediente central. Te encantará si el mochi te resulta muy dulce y prefieres equilibrar cada bocado con un toque fresco.

Kakigori

El kakigori es la versión nipona del sorbete o la granizada de verano. Se le conoce también como el helado tradicional japonés, pues su origen se remonta al período de mayor esplendor imperial. Se compone de hielo triturado muy fino y una base de sirope, que colorea ligeramente toda la presentación. También se recomienda culminar la presentación con alguna hierba fresca, como un poco de menta, para aportar nuevos matices.

Las mejores pastelerías japonesas en España

Como se puede percibir, la variedad de pasteles japoneses es tan amplia como la de postres y tartas hay en el mundo. De hecho, además de los de este listado, no te puedes perder otras referencias como los monaka, el manju, el mitarashi dango o el yokan.

Muchos de ellos se pueden probar desde algunas de las mejores pastelerías japonesas de España, que cada vez reciben más visitantes. Si estás dispuesto a cambiar tus croissants y napolitanas por un día, y atreverte con los postres japoneses, te recomendamos echar un vistazo a este listado de establecimientos:

Panda Patisserie, en calle de Mesonero Romanos, 17 (Madrid). Fueron los pioneros de la pastelería japonesa en España. Si buscas una experiencia cien por cien ‘japo’, te recomendamos acudir a tomar la merienda y probar, entre muchos otros manjares, sus tortitas.

Wagashi Utatane, en calle de Andrés Mellado, 43 (Madrid). El local perfecto para conocer los sabores más auténticos y probar especialidades como la tarta de queso esponjosa o el daifuku.

Takashi Ochiai, en Carrer del Comte d'Urgell, 110 (Barcelona). Se trata de una de las pastelerías más emblemáticas de la ciudad. Cuando se fundó, en 1983, este local solo ofrecía dulces catalanes, pero poco a poco fueron incorporando especialidades francesas y orientales.

Sweet Studio, en calle Noviciado, 16 (Madrid). Un café coqueto, de aires cosmopolitas y con una selección de tartas con la que te resultará muy difícil decidirte.

Sufu Cake, en calle Lope de Vega, 3 (Madrid). ¿Estás buscando los soufflé pancakes que copan las publicaciones de Instagram? Encuentra su versión más trendy en esta pastelería japonesa.

Monroebakes, en avenida de La Paz, 21 (Getafe, Madrid). Regentado por Noelia Tomoshige, reconocida como Pastelera Revelación 2023 en Madrid Fusión. Si quieres propuestas sofisticadas, para las ocasiones más especiales, nada como echar un vistazo a su carta y hacerte con cualquiera de sus postres.

Kakigori, en Plaça de la Vila de Gràcia, 3 (Barcelona). Se ha hecho conocido por sus cheesecakes japoneses, pero su oferta va mucho más allá, con una amplia variedad de dorayakis de diferentes sabores o, por ejemplo, con sus vistosos helados de nieve.