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Por María José Amengual
Días de sol, risas espontáneas, sobremesas interminables y tardes sin prisas, el verano es la mejor época del año para dejarse llevar y disfrutar de las mejores sensaciones. Nos encontramos en la estación ideal para preparar recetas sencillas, sin complicaciones, que puedan hacerse con antelación y guardarse en frío para saborear sin horarios y en la mejor compañía.
Esos momentos especiales con los nuestros, ante un veraniego y delicioso plato como una ensaladilla rusa, los atesoraremos en nuestra memoria y pasarán a formar parte de nuestros recuerdos especiales. Maridar esos momentos con Cervezas Alhambra, que recoge casi un siglo de maestría cervecera en todas sus creaciones, nos ayudará a redondear todas esas agradables sensaciones.
Preparar una ensaladilla rusa perfecta y triunfar en nuestros menús veraniegos es una tarea sencilla, aunque incluso en una receta como esta necesitamos seguir una serie de pautas que nos conduzcan al mejor de los resultados. La cocina hecha con mimo, como la de nuestras madres y abuelas, siempre se traduce en un bocado sublime.
La patata es la base de una buena ensaladilla, por eso es importante que las escojas de buena calidad. Si pueden ser patatas nuevas mucho mejor. Como en todas las recetas, cada maestrillo tiene su librillo, hay quién prefiere cocerlas con piel, pelarlas y cortarlas después de dejarlas enfriar, y quién prefiere hervirlas ya peladas y cortadas. Y, por supuesto, los ingredientes congelados distan mucho de ser los ideales si quieres rozar la perfección.
Los tiempos de cocción son fundamentales, si te pasas el resultado será pastoso y si te quedas corto conseguirás una ensaladilla rusa muy alejada de lo que significa este plato. Para una cocción uniforme es necesario trocear los ingredientes del mismo tamaño, de este modo tampoco predominará uno sobre otro.
Una buena mayonesa casera marca una gran diferencia. Si no dispones de tiempo suficiente o temes que se te corte, no dudes en utilizar mayonesa industrial, pero intenta probar a prepararla en casa, solo necesitas unos pocos minutos y recordar que no puedes mover la batidora de mano hasta que el huevo haya cuajado. El aceite para preparar la mayonesa puede ser de oliva o de girasol, según tus gustos personales, el primero da como resultado una mayonesa más fuerte y el segundo una más suave.
Como ocurre con el resto de los ingredientes, el atún que sea de calidad. La ventresca es muy sabrosa y si la marca que has escogido lleva tarro de cristal mucho mejor, el precio es algo superior pero lo notarás en el resultado, además te permite ver cuál es el producto que estás comprando.
Si hay una tapa representativa del verano esa es la ensaladilla rusa. En un chiringuito de playa, bajo una sombrilla junto a la piscina o a la sombra de algún árbol en el campo, cualquier escenario es válido para disfrutarla. Redondea el momento maridándola con una Alhambra Especial, con una fragancia aromática y un perfil seco con suaves notas afrutadas que combinan perfectamente con los ingredientes de la ensaladilla rusa.
Inspirada en recetas clásicas de estilo Lager Pilsner checas, así como en el monumento de La Alhambra, en esta cerveza se mezcla lúpulo y maltas de cebada para conseguir una resultado sugerente que te acompañará en los momentos más especiales de este verano. Descubre esta cerveza dorada, brillante y con una espuma cremosa y consistente.
El origen de este plato, como su nombre indica, tuvo lugar en Rusia. En sus inicios se la denominó ensalada Olivier, en honor a su inventor, Lucien Olivier, un chef belga de origen francés que emigró a Rusia y montó un restaurante llamado Hermitage, especializado en la alta gastronomía francesa.
Parece que la receta original de la ensaladilla rusa llevaba perdiz, cangrejo, caviar, pepinillos, lechuga, lengua de ternera, lechuga, patata cocida y aceitunas. Iba aliñada con una salsa similar a la mayonesa cuya receta era secreta. La fama de este plato duró hasta la creación de la Unión Soviética, a partir de esa época los ingredientes variaron a otros más humildes, como la zanahoria y los guisantes, pero manteniéndose la patata y la mayonesa. Fueron los refugiados rusos los que, huyendo de su país, dieron a conocer esta receta al resto del mundo.
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