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Por Marida con Alhambra
Toda celebración especial que se precie merece un postre digno de la ocasión. El momento dulce, irresistible para muchos, abre las puertas a un ambiente relajado en el que nos dejamos llevar y nos permitimos arriesgar para sorprender, maridaje incluido. Disfrutar del postre con una copa de Cervezas Alhambra invita a saborear con calma el momento, creando sensaciones únicas que elevan la experiencia a otras esferas.
El postre es el final, pero también es el principio. Es necesario reservarle el tiempo y espacio que merece pues con él arrancan sobremesas mágicas en las que todo parece detenerse, invitando al relax y, sobre todo, a sentir. Cerveza y dulce se unen así generando momentos en los que dejarse llevar para degustar un baile de aromas, sabores y texturas que saben mejor en buena compañía. Eso siempre.
Te proponemos un postre tradicional que tomamos prestado de Dinamarca: risalamande. Típico de Nochebuena, los daneses sirven este arroz con leche mezclado con nata montada, vainilla y almendra molida coronado con compota de cereza. En una de las raciones se esconde una almendra entera que otorga a quien la encuentra un pequeño premio, algo que añade más emoción si cabe al momento del postre.
Es muy sencillo de elaborar, pero tiene la capacidad de levantar pasiones en la mesa, sobre todo si lo maridamos con una copa de Alhambra Numerada de cacao y chile chipotle, una cerveza con personalidad propia, intensa y de trago pausado, que invita a entregarse al puro placer goloso y la sobremesa más festiva.
El contraste de la cerveza, entre dulce y amargo, y sus aromas maltosos en forma de toques ahumados y tostados quedarán ensalzados por la melosidad láctea de esta suerte de arroz con leche y nata con que los hogares daneses mantienen su tradición. Una pareja ideal para la textura sedosa de esta cerveza creada para ser degustada con calma, saboreando cada instante.
El risalamande danés encuentra en los matices de Alhambra Numerada con cacao y chile chipotle una alianza perfecta. Ambos se realzan mutuamente gracias a sus notas a caramelo y regaliz, a cacao y café. La graduación alcohólica de la cerveza, perfecta para limpiar el paladar tras cada bocado, aporta ligereza a la cremosa densidad de esta suerte de arroz con leche y nata danés.
Degustar una Alhambra Numerada con cacao y chile chipotle junto a un risalamande genera todo un abanico de complementos y contrastes gustativos y aromáticos, con una textura sedosa como base de las sensaciones en boca. Invita a detener el tiempo, parar más, sentir más, y entregarnos al puro placer goloso.
Una propuesta que desafía los límites de la cerveza y cuyo proceso de elaboración es único, fruto de la inspiración de los maestros cerveceros en el estilo Imperial Stout. El cacao aporta recuerdos amargos y se integra con la cerveza fusionándose con notas tostadas y ahumados de las maltas junto al ligero picante de los chiles. Cerveza y dulce se unen para ofrecernos una experiencia de las que permanecen en el recuerdo.
España cuenta con tradiciones gastronómicas muy arraigadas y celebradas por todos a lo largo del periodo navideño. Turrones, mazapanes, polvorones y otras delicias dulces vuelven para llenar las sobremesas de placer, compartiendo reparto con costumbres y elaboraciones “importadas” de otros países. Panettones, bûche de Noël y bolo rei son los más populares, pero existen otros postres europeos que merece la pena incorporar a nuestros recetarios y disfrutar de ellos en cualquier momento del año.
Mailänderli (Suiza)
Estrellas, lunas o corazones. Las galletas no pueden faltar en cualquier mesa suiza de celebración. Elaboradas con mantequilla y aromatizadas con ralladura de limón o, como en el caso de las zimtsterne, con canela.
Fritule (Croacia)
Deliciosos buñuelos, aromatizados con brandy y cáscara de cítricos, van rellenos de una masa con pasas. Cada bocado es una explosión de sabor.
Tarta Linzer (Linzertorte, Austria)
Una de las tartas más antiguas del mundo que está presente en todas las mesas de celebración del país, ya sea en versión para porcionar o individual. Va rellena de frutas, especias y almendras. Irresistible.
Makowiec (Polonia)
Este bollo enrollado ofrece toda una explosión de sabores en su interior: lleva una crema de semillas de amapolas, pasas, naranja, nueces, almendra, azúcar y zumo de limón entre otros ingredientes. Sabor en estado puro.
Lussekatter o bollos de Santa Lucía (Suecia)
Estos panecillos dulces con forma de 'S' está aroamtizado con azafrán, lo que le otorga su característico color amarillo. Se preparan el 13 de diciembre, día de Santa Lucía (el 13 de diciembre). Lo tradicional es que lleven en el centro una uva pasa.
Springerle (Alemania)
Aromatizadas con anís y estampadas, estas galletas son una obra de arte. Para elaborarlas se utilizan moldes especiales con relieves varios y requieren de un día entero para que se impriman bien.
Joulutorttu (Finlandia)
En Finlandia preparan unos pequeños hojaldres con forma de molino de viento conocidos como Joulutorttu. El relleno puede ser de diferentes tipos de fruta, aunque lo tradicional es utilizar mermelada de ciruelas.
Melomakarono (Grecia)
Los melomakaronos son pequeñas galletas cubiertas de almíbar de miel, aunque también suelen llevar cáscara de naranja, azúcar, sémola, canela o brandy. Siempre presentes en fiestas y celebraciones, sobre todo las navideñas.
Plum Pudding (Irlanda)
Compuesto por frutas, cítricos y frutos secos, este pan dulce conlleva un largo periodo de elaboración. Se suele dejar secar colgado de un gancho durante semanas para reforzar su sabor. Hay quien le añade alcohol como brandy o incluso cerveza negra.
Potica (Eslovenia)
Es el postre navideño por excelencia en la cultura eslovena. Se trata de un bollo enrollado y horneado. El más tradicional es el de nueces, pero también lo hay de avellanas, pasas y otros frutos secos.
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