Una propuesta para darse un respiro, reconectar y disfrutar de uno de los grandes placeres estivales: los chapuzones en la naturaleza
Por Isabel Sauras
Con la subida de las temperaturas, siempre surge la necesidad de buscar planes refrescantes para disfrutar al aire libre con familia o amigos. Un buen paseo por el campo admirando el paisaje, darse un chapuzón en el río y disfrutar sin prisa de un tranquilo picnic maridado con Alhambra Singular a orillas de alguno de los más espectaculares saltos de agua que hay en España. ¿Algo más apetecible para las primeras semanas de verano?
Son esos planes sencillos los que se quedan grabados en nuestra memoria, los que constituyen un refugio emocional al que regresar en los días de invierno y los que nos convierten, como dice la filosofía de Cervezas Alhambra, en auténticos degustadores de la vida.
Salto de la Poveda, Guadalajara
Viajamos hasta la provincia de Guadalajara para encontrarnos con el magnífico paraje que ofrece el Parque Natural del Alto Tajo. Un entorno de inigualable belleza donde, por suerte, aún se puede disfrutar sin aglomeraciones de la naturaleza.
De entre todos los imprescindibles que atesora el Parque Natural, nos detenemos hoy en el Salto de Poveda, una magnífica cascada que ruge con fuerza en medio de un paisaje idílico y cuyo origen es un antiguo azud.
Para asomarse al balcón que ofrece las mejores vistas de este espectacular salto de agua, existen varias opciones, pero la más sencilla es caminar por una facilísima ruta circular de unos 5 kilómetros que brinda al senderista varias opciones de baño, zonas de sombra adecuadas para reponer fuerzas y que permite admirar, por el camino, la preciosa laguna de Taravilla.
Chorreras del Molinillo, Granada
El Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada está lleno de lugares sorprendentes que se descubren cuando llega el deshielo y resultan ideales para refrescarse en verano. Hablando de saltos de agua, vale la pena detenerse en las chorreras del Molinillo, una cascada que emerge en el nacimiento del río Dilar, que cuenta con un desnivel de casi 100 metros y que está considerada como la más grande y majestuosa de la provincia de Granada, la tierra de origen de Cervezas Alhambra.
Para acceder a pie a este bonito paraje, existen varias alternativas de ruta de dificultad media, pero, además, los senderistas más avezados, podrán enlazar la ruta de los Lagunillos con el camino de las Chorreras y poner la guinda al camino. Un buen consejo es no perder de vista el cielo desde cualquiera de las rutas, porque los de Sierra Nevada están poblados de quebrantahuesos en los meses de verano.
Cola de Caballo, Huesca
la provincia de Huesca y en el corazón del Pirineo aragonés se encuentra una de las cascadas más impresionantes de nuestro país, la Cola de Caballo, imprescindible en la ruta por estos destinos refrescantes.
Solo hay que viajar hasta el valle de Ordesa y realizar una ruta sencilla, aunque algo larga, que discurre entre frondosos pinos, hayas y abetos y que parte de la pradera de Ordesa y llega hasta el circo de Soaso, desde donde se puede admirar la belleza sin igual de la Cola de Caballo, situada a 1800 metros de altura.
Tras la caminata, la belleza de la cascada y su entorno resultan verdaderamente sobrecogedores. Llegados a la meta, es el momento de admirar este salto de agua natural de 54 metros de altura mientras disfrutamos del picnic. Después, sería un pecado no visitar Torla, un bonito pueblo al pie del Parque Nacional cuyas calles concentran todo el encanto pirenaico.
El Salto del Nervión, Burgos y Álava
Cuando hablamos de las cascadas más espectaculares en nuestro país, es inevitable mencionar el Salto del Nervión. No solo es relevante por tratarse de la más alta, con sus 220 metros de caída, sino por su incomparable belleza y por el peculiar hecho de que nace en lo alto del Monte de Santiago, en la provincia de Burgos, mientras que su caída se precipita sobre la vecina provincia de Álava, desde donde empieza a formarse lo que luego será la ría de Bilbao.
Es cierto que esta cascada no está en su momento de esplendor en los meses de verano porque fluye con mucha más agua en la época de deshielo o después de una gran tormenta, pero, aún así, merece la pena visitarla en cualquier época del año. Imprescindible hacer un alto en el camino para dejarse cautivar por las vistas al valle de Délica.
La cascada de Ézaro, A Coruña
Viajamos hasta Galicia para encontrarnos con la cascada de Ézaro, que resulta extraordinaria por su desembocadura sobre el abrupto océano Atlántico que baña la Costa da Morte. Desde el monte Pindo, emanan una sucesión de pequeñas cascadas provenientes del río Jallas con un salto final que alcanza los 40 metros de altura.
El estruendo del agua al precipitarse sobre el mar es tan impresionante como ensordecedor y nunca defrauda. El acceso a pie es sencillo y está muy organizado para el turismo, pero aún así resulta un paseo delicioso y no demasiado concurrido.
Sin embargo, si queremos darle una vuelta de tuerca a esta excursión y disfrutar de la cascada en todo su esplendor, nada mejor que un paseo en kayak para aproximarnos a su inconmensurable belleza desde el mar.
De todas las cascadas europeas, esta coruñesa es la única que desemboca en el mar y un inmejorable momento para conocerla es los sábados por la noche en la época estival, porque está iluminada y ofrece al visitante un espectáculo sencillamente mágico.
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