Planes - Arte
Esta expo del Guggenheim bien merece una visita a Bilbao: mucho pop y altas dosis de ironía
Bilbao siempre suena apetecible, pero más aún si la excusa para ir es una expo en su museo más icónico con piezas pop, irónicas y divertidas. Uno de los imprescindibles de la temporada
Nos sobran las excusas para proponer Bilbao como un destino muy completo para una escapada de primavera, porque Bilbao siempre es una buena idea. Da lo mismo si te pierdes por las animadas calles del casco viejo o paseas por la modernidad que propone el ensanche, si vas a disfrutar de la gastronomía bilbaína en todo su esplendor en uno de sus afamados restaurantes o si eliges descubrir la esencia de la villa de pintxo en pintxo. Bilbao nunca defrauda.
Entre los principales atractivos de la ciudad, sin duda alguna, destaca, con una fama ganada a pulso, el museo Guggenheim. Una obra de arte en sí misma, firmada por Frank Gehry, que aporta mucha personalidad al skyline de la capital vizcaína.
El museo Guggenheim de Bilbao cuenta con una propuesta artística envidiable para todo el año, con su colección permanente y una programación dinámica de exposiciones temporales que atraen hasta la ciudad a amantes del arte de todo el mundo. Viajamos hasta la ciudad para conocer una de las muestras más destacadas para esta primavera: ‘Signos y objetos. Arte Pop de la Colección Guggenheim’.
Guggenheim y el Pop Art: la historia de un idilio
El museo Guggenheim de Bilbao inauguró hace unas semanas la muestra ‘Signos y objetos. Arte Pop de la Colección Guggenheim’, que se puede visitar hasta el mes de septiembre y constituye una oportunidad única para contemplar algunas de las obras de arte pop más relevantes de los fondos del Solomon R. Guggenheim Museum y para profundizar en este movimiento artístico tan visual e irreverente.
En la Inglaterra de la década de los 50, surgió un movimiento artístico sorprendente que por su frialdad y su aspecto impersonal chocaba directamente con la elevadísima propuesta de arte que acompañaba al momento. El movimiento pronto llegó hasta Estados Unidos gracias al apoyo de críticos reconocidos como el escritor Lawrence Alloway, creador del término Pop Art e impulsor de la exposición ‘Six Painters and the Object’, que acogió el Museo Guggenheim de Nueva York en 1963.
Artistas como Roy Lichtenstein, Claes Oldenburg, James Rosenquist y Andy Warhol abanderaron una nueva manera de hacer arte basándose en la cultura popular. Así, inspirándose en los anuncios publicitarios, en los periódicos, en los cómics y en los escaparates de un mundo próspero surgido en EE.UU tras la Segunda Guerra Mundial, exploraron el lenguaje visual de la cultura popular con mucho humor, ingenio, ironía y altas dosis de crítica a la sociedad del momento, constituyendo una de las revoluciones artísticas más importantes de todos los tiempos.
En ese idilio histórico que vive la Fundación Guggenheim con el arte pop desde hace muchas décadas y desde el compromiso con la educación artística, el museo Guggenheim de Bilbao ha preparado, junto a BBK, la exposición ‘Signos y objetos. Arte Pop de la Colección Guggenheim’, compuesta por una cuidada selección de obras clave de los autores más representativos del arte pop.
Lo que no te puedes perder de la exposición ‘Signos y objetos’
Hasta el 15 de septiembre hay tiempo para dejarse caer por la exposición que nos propone el museo Guggenheim de Bilbao y descubrir algunas de las representaciones más icónicas del movimiento Pop Art. En total, la muestra cuenta con 40 piezas.
Imprescindible para entender el movimiento es la tan característica obra de Roy Lichtenstein, que pintaba sus lienzos con una simulación de los puntos de la trama de impresión en referencia directa a las técnicas comerciales empleadas en cómics y periódicos, o los cuadros de James Rosenquist, que se caracterizan por la magistral combinación fragmentos de imágenes extraídas de anuncios, así como la archiconocida impronta de Andy Warhol.
En el apartado de objetos, se encuentran obras como las de Robert Rauschenberg o Claes Oldenburg, elaborados con piezas encontradas, que representaron una verdadera revolución dentro del movimiento, tanto por las técnicas utilizadas como por su trasfondo crítico a la sociedad de consumo.
Resulta imposible que pase desapercibida en la sala expositiva, ‘Volante suave’, una obra de descomunal tamaño ideada por Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen y que ya estuvo presente en la inauguración del Museo Guggenheim Bilbao en 1997. Una recreación de la obra de Frank Lloyd Wright en clave burlona cuyas exageradas dimensiones empequeñecen la propia inmensidad (en todos los sentidos) del museo.
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