El vínculo que une a Viena con la música es inmortal.
Por Iñigo Lauzurica Martínez
Su nombre suena a vals, a la familia Strauss, al Concierto de Año Nuevo que aún resuena en nuestros oídos, a orquesta filarmónica y, en definitiva, a tradición. Pero también evoca a Ultravox, Falco, Billy Joel, Leonard Cohen, Ringo Starr, Hans Zimmer y, sorprendentemente, a su vecino José Feliciano, quien además de continuar publicando álbumes regenta desde hace años un negocio de hostelería en la ciudad. A lo largo del pasado 2020, la perla del Danubio ostentó el título de Capital Mundial de la Música y, pese a todas las complicaciones surgidas, muchos de los actos y conciertos previstos originalmente siguieron adelante. Los oídos del mundo permanecieron atentos a cuanto se ha interpretado en sus calles.
Nueva York es la ciudad más citada de la historia de la música, de acuerdo, pero Viena cuenta con más de 3.000 canciones que hablan de ella. Una cifra nada desdeñable. Estrellas internacionales se han rendido al embrujo de la urbe, un lugar que en 1867 quedó eternamente ligado a las notas del vals ‘El Danubio Azul’., compuesto por Johan Strauss hijo. Por tener, la ciudad incluso cuenta oficialmente desde el siglo XIX con su propio género musical local. La ‘canción vienesa’ es una composición tradicional, de melodía pegadiza y temática eminentemente urbana que abarca la práctica totalidad de las facetas de la vida en la ciudad. Habitualmente era interpretada por músicos callejeros y las letras eran improvisadas, hasta que la instauración de escenarios estables afianzaron el estilo y lo protegieron. En 1828 se reguló por ley la forma en que debía ejecutarse el género, los locales donde podía representarse y, como tal, la profesión de intérprete de canción vienesa.
Una de las primeras artistas del siglo XX en dedicar una obra a la ciudad fue Asmahan, una princesa sirio-drusa que en la década de 1940 compuso ‘Layali El Ouns fi Vienna’, una declaración de amor. Este tributo, de más de once minutos de duración, ensalza las virtudes de la urbe como capital de la juventud y la belleza. Posteriormente, en 1974, Ringo Starr publicaría el álbum ‘Goodnight Vienna’, su cuarto disco de estudio en solitario tras la disolución de The Beatles y en el que, entre una larga lista de músicos, participó John Lennon. No obstante, los expertos dudan de que el batería escribiera la obra pensando en la ciudad, ya que la expresión ‘Goodnight Vienna’ es habitualmente empleada en el mundo anglosajón para referirse a una noche cuyos acontecimientos acaban yéndose de las manos.
La célebre ‘Vienna’ (1997), la balada de Billy Joel, es una de las canciones más queridas por los habitantes de la ciudad. Sin embargo, el propio Joel ha reconocido muchas veces que su letra se ha malinterpretado, entendiéndose erróneamente que ‘Vienna waits for you’ habla de una invitación a viajar a la capital austriaca o que alude a una hipotética conversación con Mozart. El pianista, que visitó la ciudad cuando tenía 23 años para reencontrarse con su padre, al que no veía desde hacía tres lustros, ha explicado en varias ocasiones que esta emotiva pieza nace de aquella reunión y de la intensa relación sentimental que estableció en ese instante con Viena. "Esto es sobre lo que trata realmente la canción: relájate, mira a tu alrededor y siente un poco de gratitud por las cosas buenas que hay en tu vida. Eso es lo que Viena representó para mí. Cuando escribí ‘Vienna waits for you’, quería expresar que este es un sitio en el que completas un ciclo. Al viajar a Viena, de repente fue como si el mundo empezara a tener sentido para mí", ha señalado.
El nombre del quinteto británico Ultravox también quedó asociado para siempre al nombre de la ciudad después de publicar en 1980 su álbum ‘Vienna’, el más exitoso de toda su carrera. Aquel año, Midge Ure se estrenó como vocalista y guitarra, reemplazando a John Foxx como frontman, y fue el responsable del giro estilístico de la banda. En pleno reinado de los Nuevos Románticos, el grupo abandonó la escena underground y abrazó un estilo barroco, lleno de sintetizadores que les aportaban un sonido grandioso, futurista y experimental. La idea de componer ‘Vienna’ surgió después de que los miembros de la banda vieran la película ‘El Tercer Hombre’(1949), de Carol Reed, cuya acción transcurre en la capital austriaca. Quisieron recrear el concepto del despertar tras una larga noche y dotarlo de un aire épico, sofisticado y oscuro. Así surgió uno de los himnos del synth pop atmosférico de los 80.
En plena efervescencia ochentera, el austriaco Falco publicó su tema ‘Vienna Calling’ (1985) como segundo single de su tercer álbum de estudio ‘Falco 3’. El músico, una estrella del pop de teclados y del rap blanco primigenio, había alcanzado enormes cotas de popularidad gracias a ‘Der Kommissar’ y ‘Rock me Amadeus’, números uno en diferentes países europeos, y logró situar su ‘Vienna Calling’ en el puesto 18 del billboard de aquél año. Falco, el único músico hasta la fecha que ha llevado al número uno de las listas de éxitos de EEUU un tema en alemán, ‘Rock me Amadeus’, fallecería en un accidente de tráfico ocurrido en República Dominicana en 1998.
“En Viena hay diez muchachas…”. En 1986, la ciudad sirvió como punto de encuentro imposible para dos artistas que jamás llegaron a coincidir físicamente. Leonard Cohen compuso la música y adaptó el texto del ‘Pequeño vals vienés’ de Federico García Lorca para componer su éxito ‘Take This Waltz’, incluido en el LP ‘Poets in New York’, dedicado al genio andaluz. La admiración del canadiense por el poeta le llevó, en 1974, a llamar Lorca a su hija pequeña. Lorca Cohen dirigiría, años después, varios de los videoclips de su padre y le acompañaría en sus giras como fotógrafa.
El alemán Hans Zimmer, eminente compositor de bandas sonoras, ha manifestado siempre su debilidad por Viena. Poseedor de un Óscar, varios premios Grammy y diversos Globos de Oro, adora el carácter de los vieneses, su comida y visita a menudo el museo del pintor expresionista Egon Schiele. Asegura que el ambiente de la ciudad resulta inspirador para cualquier artista y ha defendido que, desde una perspectiva personal, la producción musical austriaca no tiene nada que envidiar a la que se lleva a cabo en Hollywood. "Para mí, Viena suena a música. Pero a una música que puede ser disonante, apasionada, romántica, una música que puede ser bella, ligera, perturbadora, con la capacidad para desatar una revolución, de hacerte bailar, música que te da ganas de vivir para siempre", asegura.
José Montserrat Feliciano García, más conocido como José Feliciano, reside desde 2015 en Leobersdorf, una localidad cercana a Viena. Enamorado de Austria, el cantautor portorriqueño-norteamericano regenta un local en la ciudad, el Café Don Feliciano, y, además de haber interpretado una versión del ‘Harry Lime Theme’, la pieza principal de la banda sonora de ‘El Tercer Hombre’, escrita por Anton Karas, en 1990 grabó un disco con la Orquesta Filarmónica de la ciudad interpretando éxitos de Sting, Peter Gabriel, Paul McCartney o Phil Collins. Su tema ‘The Sound of Vienna’, grabado para el mercado europeo, ocupó el número uno de las listas del país durante 4 semanas.
Imágenes | UNSPLASH
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