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Viaje al ‘Arte Prohibido’: explorando el museo de arte censurado de Barcelona
Abierto desde octubre de 2023, el Museu de l’Art Prohibit recoge más de 200 obras de arte que fueron censuradas por razones políticas o religiosas
Se llama Museu de l’Art Prohibit y se encuentra en Barcelona, en el centro del barrio del Eixample, a una manzana de Plaça de Catalunya. Este museo del arte censurado, alojado dentro de Casa Garriga-Nogués, un imponente edificio de principios del siglo XX diseñado por el arquitecto Enric Sagnier, tiene una particularidad: alberga una colección de más de 200 obras de arte que han sido retiradas, censuradas o denunciadas por razones políticas, sociales o religiosas.
El encanto del arte prohibido
Libre expresión del alma humana, el arte a menudo va a contracorriente, resultando a veces incómodo o inapropiado, llegando a ser prohibido. A lo largo de la historia muchas obras de arte fueron juzgadas demasiado explícitas sexualmente para la época en que fueron creadas, o controvertidas y hasta peligrosas para el poder político, lo que, a la vez, contribuyó a crear su leyenda. Por su valor artístico, político, histórico y social, pero también por el mecanismo de fascinación natural producido por todo lo que es prohibido y censurado.
De hecho, no hay nada como prohibirle algo a un ser humano para que le den ganas de hacerlo. En este sentido, el museo del arte censurado de Barcelona, además de sacar a la luz un valioso patrimonio artístico proscrito, sugiere el fracaso de las condenas dirigidas al arte y la cultura.
Història del Museu de l'Art Prohibit de Barcelona
La historia del museo barcelonés está ligada a la visión de Josep Maria Benet Ferran, conocido como Tatxo Benet, el empresario y periodista catalán socio del grupo Mediapro, cuya colección de obras de arte censuradas constituye la base de esta nueva institución cultural. Una colección nacida por casualidad: durante la feria ARCOMadrid de 2018, Benet compró ‘Presos Políticos en la España Contemporánea', una serie fotográfica de Santiago Sierra que reúne veinticuatro retratos de personas encarceladas.
Después de esa primera compra, el coleccionista compró otras tres obras censuradas, pero sin la idea de convertirlas en el hilo conductor de su colección. Esta conciencia llegaría solo después de la compra de ‘Silence rouge et bleu’ de la ruso-argelina Zoulikha Bouabdellah (alfombras persas de oración con encima unos zapatos de tacón, obra retirada por miedo a protestas de la comunidad musulmana). Así, Benet comenzó a coleccionar expresamente obras censuradas, descubriendo que no existe una colección similar en el mundo. La idea de un museo que la recogiera nacería como consecuencia, llevando a su apertura oficial el pasado 26 de octubre de 2023.
El Museu de l'Art Prohibit no expone toda la colección de Benet (que en pocos años ha crecido enormemente), mostrándola, en cambio, de manera rotativa en tandas de 60-70 obras a la vez. En la primera exposición temporal había, por ejemplo, algunos ‘Caprichos’ (1797-1799) de Francisco Goya (grabados con el famoso frontispicio “El sueño de la razón produce monstruos” y que a finales del siglo XVIII fueron retirados por la Inquisición) o algunos ‘Mao’ de Andy Warhol, prohibidos en China en 2012.
Piezas destacadas del museo
El museo del arte censurado de Barcelona alberga obras prohibidas o boicoteadas de diversas maneras. Los dos pisos del edificio sirven de fondo a pinturas, esculturas, instalaciones y fotografías de artistas en su mayoría modernos y contemporáneos, entre los que se incluyen Pablo Picasso, Francisco Goya, Gustav Klimt, así como Ai Weiwei, Robert Mapplethorpe, Andres Serrano, David Černý y Banksy. Una exposición amplia y variada, que busca explorar el macro tema de la censura en el arte.
La Revolución
Entre las obras expuestas, está la pintura de desnudo ‘La Revolución’ de Fabián Cháirez que retrata al revolucionario mexicano Emiliano Zapata a lomos de un caballo con un par de zapatos de tacón. La obra en 2019 desató un acalorado debate entre los miembros de los sindicatos de trabajadores agrícolas y los activistas de la comunidad LGBTQIA+, y hoy forma parte de la colección de obras prohibidas expuestas en Barcelona.
Lena
Destaca también ‘Lena’, de Zanele Muholi, artista activista africana que con la fotografía denuncia el tabú del reconocimiento de la comunidad queer en Sudáfrica. Es una obra icónica de la artista, que domina el espacio del museo y se asoma a la imponente escalera central.
Filippo Strozzi en Lego
No todas las obras de los artistas expuestos han sufrido verdaderas persecuciones. Ai Weiwei, por ejemplo, que hasta acabó en la cárcel china, está presente en la exposición con ‘Filippo Strozzi en Lego’, obra (parte de la serie dedicada a los disidentes, expuesta por primera vez en Palazzo Strozzi de Florencia) para la cual el artista chino se vio negado de una provisión de ladrillos por parte de Lego.
El impacto del arte censurado en la sociedad
Muchas obras de arte prohibido se han vuelto famosas precisamente gracias a la censura que han sufrido por parte del poder. Un ejemplo de ello expuesto en Barcelona es la célebre escultura del argentino León Ferrari titulada ‘Western and Christian Civilization’ de 1965, que muestra a Cristo crucificado en un avión militar estadounidense, criticando la violencia de la guerra de Vietnam.
Visitar el Museo de Arte Censurado
En los 2000 m² de exposición, las obras han sido dispuestas en un recorrido que, además de subrayar la naturaleza ‘escandalosa’ de las mismas, resalta también el lado irónico y crítico, invitando a los visitantes a reflexionar sobre el significado del arte. Además, gracias al uso de las tecnologías digitales, las personas se pueden ‘sumergir' en las propias obras.
El Museu de l'Art Prohibit está abierto de lunes a domingo, de 10:00 a 19:00, en Calle de la Diputació, 250, Barcelona. El precio de la entrada para admirar el arte prohibido es de 12 euros online (14 en taquilla) con reducción a 9 euros (11 en taquilla) para estudiantes y mayores de 65 años.
Imágenes I iStock
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