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Sí a viajar en temporada baja: destinos a los que escaparse cuando el verano se acaba Sí a viajar en temporada baja: destinos a los que escaparse cuando el verano se acaba

Planes - Cultura

Sí a viajar en temporada baja: destinos a los que escaparse cuando el verano se acaba


El verano se va, pero las ganas de viajar permanecen. Cuando las multitudes desaparecen y los destinos recuperan su autenticidad, comienza la mejor época para escaparse


Cuando las playas antes abarrotadas de sombrillas recuperan su quietud y las calles de las grandes ciudades vuelven a su ritmo habitual, es el momento de apagar el verano. Pero lejos de ser un indicador de tristeza, para muchos es el pistoletazo de salida para experimentar los lugares con otro ritmo.


Porque si algo tiene la temporada baja es que nos permite descubrir la esencia de los destinos en su estado más puro: justo cuando el bullicio da paso a la tranquilidad, cuando los restaurantes ofrecen tiempo para charlar, cuando el paisaje retoma su protagonismo.


Desde playas doradas hasta rutas culturales y otros paisajes insólitos, seleccionamos algunos destinos que, lejos de la temporada alta, revelan su faceta más auténtica. Lugares a los que escaparse cuando el ritmo cambia, el turismo a gran escala desaparece y la vida transcurre sin prisa.


Las Médulas: entre naturaleza e ingeniería romana


En la provincia de León, se encuentra uno de los paisajes más espectaculares y desconocidos de España: Las Médulas. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este lugar es el resultado del ingenio romano, que convirtió montañas enteras en un paisaje lunar para extraer oro.


Mientras que en verano tanto el calor como la afluencia de turistas pueden ser abrumadores, en otoño se disfruta con una serenidad casi mágica. Caminar por sus senderos se convierte en un viaje en el tiempo, entre la naturaleza salvaje y los vestigios de la historia.


Biarritz (o la elegancia sin prisa)


Este pequeño enclave costero ha sido durante mucho tiempo el refugio de la aristocracia europea. En pleno verano, Biarritz es un epicentro de surf y glamour que en los últimos años ha vuelto a ponerse de moda. Sin embargo, con solo traspasar el equinoccio la ciudad recupera su encanto relajado.


Durante nuestra visita, merece la pena incluir en el itinerario clásicos como el elegante Casino de Biarritz y el Hotel du Palais, ambos testigos de las épocas más doradas. Además, su cercanía a los Pirineos y a otras localidades del País Vasco francés convierten a la ciudad en un destino ideal para quienes buscan combinar mar y montaña en una misma escapada.


El Madrid más cultural


Es difícil imaginar Madrid en modo temporada baja, pero lo que no podemos negar es que justo con el otoño la capital vive uno de sus mejores momentos. Primero, porque las temperaturas son lo suficientemente agradables como para poder disfrutar la oferta de ocio, las terrazas y los parques más emblemáticos que tiene el centro de la ciudad.


Pero también es un momento ideal para descubrir la temporada que recién estrenan los teatros y otros epicentros culturales. Teatros del Canal, Condeduque, el Teatro Real o Matadero, entre muchos otros, se encuentran ya inmersos en su nueva programación de otoño y, sin duda, muchas de sus propuestas marcarán el pulso escénico de los próximos meses.


Comporta: el secreto mejor guardado de Portugal


A solo una hora de Lisboa, Comporta ha pasado de ser un secreto bien guardado a convertirse en uno de los destinos más codiciados de Portugal. Durante el verano, sus playas salvajes y sus casas de paja atraen a la élite europea en busca de paz y exclusividad. Pero es en otoño cuando Comporta realmente revela su alma.


En la localidad encontraremos playas extensas, pinares y campos de arroz, lo que invita a largos paseos, a disfrutar de la gastronomía local y a dejarse llevar por el ritmo más pausado. Una elección estupenda para los que buscan desconexión garantizada.


Camino Lebaniego: espiritualidad entre montañas


Camino lebaniego


Saben bien los gallegos que otoño sigue siendo época de gran tráfico de senderistas en el Camino de Santiago. Como plan alternativo, se ha empezado a popularizar el Camino Lebaniego, que recorre tierras cántabras hasta llegar al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, uno de los cuatro lugares santos del cristianismo.


Esta ruta, en la que se suelen emplear unos cuatro días, atraviesa parte de los Picos de Europa, lo que nos regala paisajes espectaculares y pueblos con encanto (sin la masificación típica del verano). El silencio de las montañas, las aldeas de piedra y la historia que se respira en cada paso hacen de este camino una experiencia transformadora.


Un camping de diseño en pleno Delta del Ebro


El Delta del Ebro es uno de los ecosistemas más importantes de Europa y, aunque en verano es visitado por amantes de la naturaleza, en septiembre y octubre experimenta uno de sus momentos más especiales. La migración de las aves, los arrozales transformados en espejos de agua y la quietud que reina en sus interminables playas hacen de este Parque Natural un destino imprescindible para los amantes de la fauna y el paisaje.


Además, los que se descantan por alojamientos originales encontrarán en este destino el Camping Alfacs, que recientemente ha sido reformado y ofrece un equilibrio perfecto entre diseño contemporáneo y naturaleza. Tendremos vistas directas al mar desde nuestro propio bungalow y disfrutaremos de todas las comodidades sin renunciar al concepto informal de cualquier camping.

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