Una fruta con orígenes sagrados que todavía en enero se encuentra en su mejor temporada. La disfrutamos en su mejor momento con estas cinco recetas con granada.
Por Esther Morales
613 granos son los que, según la religión judía, contiene cada granada. Un número primo que coincide con el de los preceptos que contiene la Torá y que siempre ha llenado de simbolismo a esta fruta. Porque detrás de todas las recetas con granada que se han elaborado a lo largo de la historia, se halla también el relato de un fruto sagrado, emblema del nuevo año, al que se venera a través de los sabores durante el mes de enero.
Si bien la temporada de granadas da su pistoletazo de salida en septiembre, este es uno de los momentos idóneos para disfrutarlas. No solo para incluirlas en los platos saludables y llenos de color que, pasadas las Navidades, nos pide el cuerpo. Con la granada -y sus 613 granos- todo es un disfrute de principio a fin: desde que la escogemos con esmero en la frutería, hasta que la llevamos a casa, le damos unos ligeros golpes para separar los granos y, a continuación, la pelamos cuidadosamente para dejar que el secreto dulce que esconde en su interior se esparza por la encimera.
Y es que una fruta tan venerada requiere un tratamiento a la altura. Casi como la experiencia de abrir una botella de Cervezas Alhambra y descubrir todos los matices, aromas y sabores que contienen todas sus variedades. Toda una recopilación de experiencias sensoriales que, como veremos, también acompañan a la perfección a estas cinco recetas con granada. Cinco visiones diferentes en torno a este manjar sacro que cambiarán por completo nuestra forma de entenderlo.
Bulgur con calabaza y granada
Una de las recetas con granada saludables que más sabe a temporada. En su elaboración se emplean muy pocos ingredientes: calabaza previamente asada, granada, nuez pecana, pipas de calabaza y bulgur. No obstante, siempre podemos variar los tipos de frutos secos, cambiar el cereal base por quinoa o sémola de trigo o, incluso, incorporar una rica salsa de yogur casera para aportar un extra de sabor. Una forma deliciosa de cuidar la alimentación, que podemos acompañar con la frescura (sin alcohol) de Alhambra SIN Lager Singular.
Porridge frío de granada con cacao
Este desayuno con granada conquista por su singularidad, pero también por su sencillez. La mejor forma de elaborarlo es poner la avena en reposo desde la noche anterior en un recipiente con leche (puede ser alguna bebida vegetal) y yogur griego. Se mezcla bien para que los tres ingredientes se integren y se deja dentro del frigorífico. A la mañana siguiente, lo podemos servir con granos de granada, un poco de cacao en polvo y algún fruto seco, como anacardos o avellanas. El resultado es un porridge que nada tiene que ver con lo que ya conocemos, donde la acidez de la granada y el toque amargo del cacao provocan toda una explosión de sabor en boca.
Fesenjan
La cocina iraní no sería la misma sin la presencia de la granada. Prueba de ello es uno de los guisos más afamados de la cultura persa, el fesenjan. Esta receta de pollo tiene la intensidad de los estofados de aires árabes, combinado con el sabor especiado de Oriente Medio y sus clásicas reminiscencias a cardamomo, pimienta o canela. La granada, en este caso, se incorpora de dos maneras: para su elaboración, en forma de melaza; y para decorar y aportar un toque crujiente, en su versión más fresca. Un plato de invierno perfecto para practicar una alimentación consciente y variada, pero también para combinar con un sabor especial como el de Alhambra Reserva Roja.
Puerros asados con miso y granada
Si hay una receta con granada que sorprenda por su buena forma de concebir los ingredientes, es esta. Se trata de una propuesta inspirada en una idea de la joven cocinera que se encuentra tras el perfil Soul in the Kitchen. Para elaborarla, solo tenemos que asar unos puerros en el horno mientras elaboramos una salsa sencilla con pasta de miso, un poco de azúcar moreno y agua caliente. A continuación, se vierte este caldo por encima de los puerros y se vuelven a llevar al horno para que los sabores se integren. Para presentarlos, se colocan sobre unas rodajas de boniato asado o sobre una cama de puré de verduras y se esparcen granos de granada por encima. ¿Un maridaje a la altura? Sin duda, el de Alhambra Baltic Porter y su capacidad para desafiar nuestros sentidos.
Melaza de granada
La melaza no es un zumo de granada, sino una especie de sirope que se emplea en multitud de recetas de aires sirios e iraníes, como el fesenjan o la muhammara (una especie de pasta de nueces, pimiento y granada). Tiene un sabor agridulce muy particular que se obtiene reduciendo en un cazo zumo de granada, un poco de azúcar, un toque de zumo de limón y un trozo de piel de limón. Un endulzante cien por cien natural, de elaboración sencilla y con infinitas posibilidades para alegrar los sabores de nuestras recetas.
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