Selecciona un país
clearRecetas
Por María José Amengual
Esta es una de esas recetas que enlazan directamente con la tradición y el gusto por las cosas bien hechas, elaboradas con cuidado. Como esos platos que nuestras madres y abuelas cocinaban a fuego lento empleando todo el tiempo necesario para obtener un resultado que no se olvida por muchos años que pasen.
La misma filosofía que impregna el saber hacer de los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra, que ponen intención en cada detalle para obtener elaboraciones únicas, que estimulan nuestros sentidos en cada sorbo.
El recuerdo andalusí de esta preparación nos trae referencias de la rica herencia de Al-Ándalus, una forma de enlazar con el legado de un pasado común. El de una gastronomía de una época anterior que nos llega a través de sus aromas y el de Cervezas Alhambra, de origen granadino, que nos invita a disfrutan sin prisa de cada bocado de una receta como esta. Y también del proceso de elaboración de este asado perfecto para compartir y acompañar con Alhambra Reserva Roja, que nos envuelve con su intensidad.
Tenemos un montón de opciones para acompañar esta paletilla de cordero, desde patatas fritas o asadas hasta una ensalada de hojas verdes, pasando por un puré de boniato o unas verduras variadas asadas, dependiento de nuestros gustos personales. Si nos decantamos por unas patatas o verduras asadas, podemos aprovechar mientras se cocina la carne para elaborarlas también en el horno.
Para maridar esta receta, Alhambra Reserva Roja será la opción ideal. Inspirada en las Bock alemanas, es la variedad perfecta para acompañar con este tipo de carnes. La intensidad de los sabores especiados encuentra su equilibrio perfecto en el cuerpo de la cerveza. También nos conquistará la gran afinidad entre las notas tostadas y caramelizadas de Alhambra Reserva Roja y el aroma a horneado del asado.
La gastronomía andalusí es la tradición culinaria desarrollada entre los siglos VIII y XV en Al-Ándalus. Esta tradición ha llegado hasta nuestros días porque se ha conservado a través de muchas referencias literarias de autores de esa época que nos explican procesos de conservación, cocción y guisado, así como de costumbres asociadas al consumo de diferentes alimentos, los cuales eran un recurso para conservar y recuperar la salud.
En esa cultura, la gastronomía era considerada una ciencia de vanguardia y se escribieron numerosos tratados médico-dietéticos que incluían toda clase de recetas. Existía el convencimiento de que los alimentos, además de sanadores, eran fuente de placer, por eso se desarrolló la idea de que nutrición y digestión debían ir unidas al agrado por comer. Así apareció el gusto por los condimentos y las especias.
Esta tradición gastronómica se ha mantenido prácticamente intacta hasta nuestros días, por eso hay elaboraciones que pertenecen a esta herencia -panes, escabeches, confituras de frutas, pestiños, mazapanes o turrones- que conocemos actualmente y que continúan formando parte de nuestros recetarios.
Vota aquí:
Compartir