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Recetas
Por María José Amengual
Pocas elaboraciones son más irresistibles y fáciles de preparar para el aperitivo que un hummus, una crema sabrosa y adictiva en la que hundir un crujiente trozo de pan o una hortaliza cruda cortada en palitos, como unas zanahorias.
Con la llegada de septiembre vuelven las rutinas a nuestra vida. Poco a poco, los días irán haciéndose más cortos y el ambiente irá tornándose más fresco, pero no por eso tenemos que renunciar a disfrutar de los momentos especiales, como una reunión improvisada en casa y acompañada de unos entrantes sencillos, pero deliciosos. Elaboraciones como este hummus de lentejas, una versión con un twist de este plato de alma oriental.
En esta vuelta a la rutina no queremos dejar de lado esa manera de vivir adquirida en verano: más pausada, más consciente, más del aquí y el ahora. De caminar más lento, respirar más profundo y experimentar todos los matices del día a día saben mucho los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra, pues de sus manos salen variedades como Alhambra Reserva Roja, ideal para servir con este hummus de lentejas, pues, de trago lento y cuerpo consistente, está pensada para momentos especiales y es capaz de desafiar nuestros sentidos.
15 minutos
Muy fácil
En una sartén, tostamos las semillas de sésamo a fuego medio, vigilando para que no se quemen.
Exprimimos el limón y reservamos el zumo.
Escurrimos las lentejas. Si las usamos de bote, mejor que previamente las lavemos, para retirar el sabor del líquido en el que vienen.
Colocamos todos los ingredientes en el vaso de un robot de cocina y trituramos hasta obtener una crema. Si es necesario, podemos añadir un poquito más de agua.
Cualquier ingrediente crujiente será ideal para acompañar nuestro hummus. Las crudités son perfectas para untarlas en el hummus: podemos cortar unos palitos de zanahoria, apio, pepinillos o pimiento rojo y colocarlos en boles para que cada comensal las bañe en la crema. Unas patatas fritas y unos fingers de pollo estarán también deliciosos con un hummus, y, por supuesto, unas galletas saladas o un pan de pita casero conquistarán a todos los paladares.
Para maridar, nada como una Alhambra Reserva Roja, una cerveza potente y voluptuosa, gracias a su evidente y muy agradable nota de alcohol, tras la que aparecen sabores de caramelo y grano, y se potencian los afrutados, que ayudarán a intensificar el sabor tostado del sésamo y la cremosidad de las lentejas.
Muchos pueblos de Oriente Medio, desde los libaneses hasta los turcos y también los sirios o palestinos, han intentado adjudicarse la autoría del hummus, pero no hay muchas pruebas que sostengan ninguna de estas teorías, por lo que es muy difícil esclarecer esta batalla gastronómica. Lo que sí es cierto es que el garbanzo, base del hummus en la receta tradicional, es una de las primeras legumbres cultivadas, pues su origen se remonta a más de 10.000 años atrás.
Es muy difícil averiguar el origen real de esta milenaria receta que, además, tiene numerosas variantes, pero si nos atenemos a las fuentes escritas, parece ser que la primera mención aparece en un recetario egipcio del siglo XIII. Seguramente, su expansión por el mundo se debe al Imperio Otomano, que mantuvo muchos de estos territorios bajo su poder hasta la I Guerra Mundial. Con la desaparición de este, el hummus se mantuvo en los recetarios populares de aquellos territorios, además de por su sencillez, por la gran diáspora de migrantes procedentes de Oriente Medio desde los años 60 y las nuevas corrientes de consumo.
Actualmente, el hummus es un plato muy común en todo el mundo y abierto a diversas interpretaciones: del hummus de remolacha al de aguacate o el de pimiento o, como en esta receta, al hummus con las lentejas como base.
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