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Por María José Amengual
Eneko Atxa ha conquistado el mundo de la cocina descubriendo su identidad y su pueblo allá donde ha ido. Avanzado a su tiempo, fue pionero en el campo de sostenibilidad en gastronomía hace más de una década, cuando todavía no se oía hablar de este concepto de forma generalizada como ocurre en la actualidad.
Azurmendi, su restaurante premiado con tres Estrellas Michelin, se encuentra a las afueras de Bilbao, en un pueblo de apenas dos mil habitantes. Fue diseñado para conseguir un espacio donde se rompen los límites, un espacio en el que se mezclan la arquitectura moderna con la naturaleza, la cual se introduce en el edificio y se extiende por la cubierta externa, donde alberga el centro de sostenibilidad.
La idea de que sea el propio comensal el que tome la iniciativa y se mueva dentro de este establecimiento ya es, en sí misma, completamente innovadora. Le acompaña siempre un anfitrión, que lo guiará por las distintas estancias, ayudándole a apreciar los matices y los aromas de los platos que puede ir degustando. Desde un picnic de bienvenida hasta una mesa de la trufa, pasando por la cocina y el invernadero, las propuestas que se presentan tienen nombres tan tentadores como bogavante asado y descascarillado sobre jugo de pimientos a la brasa, cebolla morada de Zalla o guisante lágrima y gel de ibérico.
Es el propio Eneko Atxa quien cuenta a la periodista Marta Fernández en El ingrediente es el tiempo, el podcast gastronómico de Cervezas Alhambra, que quien dirige sus creaciones es la propia naturaleza y él es solamente su intérprete. Una bella metáfora para explicar que el tiempo, la sabiduría y el conocimiento son los que le marcan el camino. Con él, y también de forma guiada en este episodio, aprendemos a preparar una exquisita merluza frita e infusión de pimiento a la brasa, una receta que, sin ser compleja, sí requiere de paciencia y reposo.
Tiempo de elaboración
60 minutos (además de los tiempos de reposo)
Dificultad
Media-alta
A pesar de la sencillez de este plato, la profusión de texturas que se entremezclan -melosa de la infusión de pimiento, crocante y jugosa de la merluza y, por último, la cremosa e intensa de la mayonesa- convierten a esta merluza frita e infusión de pimiento a la brasa en una propuesta de alta gastronomía que podemos preparar en nuestras cocinas con las indicaciones de Eneko Atxa. Para intensificar la experiencia degustativa, el chef propone maridarla con una Alhambra Reserva 1925, tanto por sus notas florales como de cereales.
El carácter intenso y con mucho cuerpo de esta variedad suponen el contrapunto perfecto para un plato con tantos matices. En boca, los sabores de cereal y lúpulo se mantienen equilibrados con un contrapunto de amargor, ayudando a intensificar el sabor de la merluza. Sin duda, la opción ideal para abstraerse del mundo y dejarse llevar por los sentidos .
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