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Por Marida con Alhambra
Para aperitivo en ocasiones especiales o picoteos de fin de semana, pocas cosas hay más socorridas que una tabla de patés con panes de varios tipos en los que untar sin medida. La gastronomía evoluciona a pasos agigantados y nuevas fórmulas de disfrutar de las tradiciones se suman para enriquecer el abanico al que, hasta ahora, estábamos acostumbrados. Ejemplo perfecto de ello es este paté de champiñones, una receta vegana para sorprender en el aperitivo.
Dar una vuelta de tuerca a elaboraciones de toda la vida supone un reto para la creatividad y acertar con el resultado es tan gratificante como compartirlo con nuestros familiares y amigos. No hay que complicarse en exceso, a menudo lo sencillo es lo más gustoso. Un puñado de ingredientes básicos, saber mirarlos de una manera distinta y tener un poco de osadía son todo lo que se necesita para dar con la tecla.
En creaciones tan sencillas como esta es esencial poner foco en la materia prima para que el resultado sea excepcional. Y, para ello, en este mundo de ritmos trepidantes es necesario parar para descubrir lo que queremos sentir y poner foco, para reinventarnos, para poder seguir creando y conseguir transmitir con nuestros platos momentos de paz.
La presentación también juega un papel importante en esto de innovar. Este paté de champiñones, por ejemplo, se puede servir en versión canapé. Untado directamente sobre una rebanada de pan tostado y decorado al gusto. Además, esta elaboración tiene la ventaja de que se puede preparar con antelación, lo que permite organizar el aperitivo previamente. Así, cuando llegue el momento de consumirlo, solo tendremos que llevarlo a la mesa y maridarlo con una cerveza Alhambra Reserva 1925.
El paté de champiñones es uno de los aperitivos caseros más fáciles y deliciosos que podemos preparar, perfecto para un capricho de fin de semana. Si sobra algo, se conserva en perfecto estado de revista durante cuatro o cinco días, siempre que lo cubramos bien con papel film y lo guardemos en la nevera.
Podemos servir el paté tal cual, acompañado de mini biscotes y tostas, o presentarlo untado sobre rebanadas de pan, con un gajo de rabanito y tallos de cebollino como decoración. La combinación de estas pequeñas tostas con una cerveza Alhambra Reserva 1925 es una provocación para el paladar, que nos pedirá más y más.
El equilibrio de sabores de cereal y lúpulo que ofrece Alhambra Reserva 1925, con un contrapunto de amargor medio en boca, nos invita a disfrutar la vida a través de los detalles y la convierte en el acompañamiento ideal para nuestra receta de paté de champiñones. Un maridaje perfecto para que nuestros momentos de picoteo sean puro placer.
Las estaciones de otoño e invierno son ideales para aprovechar la temporada de setas e incorporarlas a nuestros menús. El champiñón se puede sustituir por otros hongos y jugar a dar toques y matices de sabor diferentes a esta receta. Es una buena excusa para salir a pasear por la montaña y recrearnos recolectando nuestros hongos favoritos, disfrutando del aire fresco para regresar a casa con el ingrediente estrella de nuestro paté.
Estas son las alternativas más sabrosas.
Boletus
Este tipo de seta también se denomina boletus, boletos o ceps y se caracteriza por su forma: un pie blanquecino de forma ambombada y un sombrero ancho de color pardo casi marrón oscuro en la parte superior. La mayoría de los ejemplares que podemos encontrar rondan en torno a los 100 y los 300 g. Abunda en Galicia, Extremadura, País Vasco y Cataluña, además de algunas zonas de Castilla y León, principalmente la provincia de Soria.
Níscalo
El níscalo o robellón es una de las setas más apreciadas de España, particularmente en Cataluña. Tiene un sabor ligeramente amargo, y un color anaranjado, tirando a rojizo que es muy fácil de identificar. Es una seta muy común en los pinares de toda España.
Trompetas de la muerte
De nombre científico Craterellus cornucopioides, la trompeta de la muerte es una seta oscura, casi negra, fácilmente reconocible, pero difícil de encontrar pues es pequeña y se confunde con la hojarasca del bosque. En Francia se conoce como la “trufa del pobre”, pues si se seca y se corta en finas láminas recuerda a su sabor aromático y profundo. Es una de las últimas setas del año, apareciendo a mediados de invierno y disponible en zonas húmedas de bosques de robles, fresnos y hayas (en el norte de la península) hasta el comienzo de la primavera.
Rebozuelo
El Cantharellus cibarius, se conoce popularmente como rebozuelo o cabrilla. Es muy apreciada por su sabor afrutado, casi dulce. Se distingue por un color entre amarillo blanquecino y naranja y su sombrero en forma de copa. Esta seta se puede ver durante todo el otoño y, allá donde crece, suele ser de forma abundante.
Se puede encontrar en toda la península, especialmente en Galicia, País Vasco, Extremadura y Andalucía.
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