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Por Marida con Alhambra
Hay platos que tienen la capacidad de transportarnos a otros tiempos y lugares, transmitiendo con sus aromas el sabor de la tradición y la importancia de las cosas hechas con amor y cuidado. Los recetarios de nuestras abuelas, repletos de guisos en los que se mantenía la esencia de la gastronomía familiar, plasmaban sabiamente un modo delicioso de combinar los ingredientes que proporcionaba la tierra.
Nos sumergimos en la cocina tradicional con un guiso de pollo a la cerveza roja en el que los ingredientes se cuecen lentamente, intensificando sus sabores al máximo. Tiempo, mimo y reposo, puntos clave para conseguir un plato sabroso y respetuoso con las tradiciones. De esos que piden una buena hogaza de pan a su vera, porque en ocasiones como esta rebañar el plato es un acto de -casi- obligado cumplimiento.
La cerveza Alhambra Reserva Roja, ideal para combinar con esta receta tradicional, es una invitación a reservar tiempo para apreciar todos sus matices y convertir un momento especial en toda una experiencia. Es una cerveza creada con tiempo, sutil y delicada, en cuya elaboración se ha perdido la prisa para lograr una cerveza única. sutil y delicada.
Pollo y cerveza, ambos elementos están pensados para saborear sin prisas y despertar todos nuestros sentidos. Cada bocado y cada trago que nos llevamos a la boca es una vuelta a los sabores de siempre, capaces de despertar intensas sensaciones que evocan reencuentros, buenas compañías y sobremesas alegres.
El reposo le sienta de fábula a este guiso de pollo a la cerveza. Es un plato que conviene para preparar con unas horas de antelación o, incluso, la víspera y dejar que los sabores de todos y cada uno de sus ingredientes tengan tiempo de desarrollarse y entremezclarse para crear un conjunto equilibrado y sabroso.
El alcohol contribuye a que la carne del pollo quede más tierna y aporta un punto de sabor excepcional al plato, tanto que -de darse el caso- felizmente sacrificaríamos nuestra última cerveza para elaborar esta receta. Las verduras de la salsa hacen, en parte, las veces de guarnición, de modo que poco acompañamiento necesita este guiso. Un arroz blanco, un puré de patatas casero o unas verduras asadas siempre funcionan bien, sumando texturas interesantes al plato sin restar protagonismo a lo que de verdad importa.
La cerveza Alhambra Reserva Roja es el maridaje ideal para carnes blancas y de sabor suave, como la de pollo. Su punto justo de amargor matiza la intensidad de la cebolla y el pimiento. Cada bocado y cada trago de cerveza, sorbo a sorbo, saben como el primero. Al igual que esos encuentros de domingo que tantos buenos recuerdos nos traen y a la vez son la semilla con la que crearemos los nuevos.
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