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Por María José Amengual
Las mejores recetas son fruto de la paciencia y la dedicación. Así nos lo han transmitido nuestras madres y abuelas, que con mimo infinito, poniendo intención en cada detalle para hacernos sentir algo único, consiguen que hasta unas sencillas croquetas, con un exterior crujiente y un interior que se funde en la boca, se conviertan en un bocado exquisito.
Transmitir ese saber hacer fruto de la experiencia es un arte que no debemos dejar que se pierda. La cocina es el corazón del hogar y donde se forjan los primeros recuerdos de nuestra infancia. Aromas y sabores que permanecerán para siempre en nuestra memoria. Momentos en los que los pequeños detalles lo son todo.
Del mismo modo, los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra, saben que las mejores cervezas son fruto de la experiencia, la esencia y la tradición, y que para conseguir ese producto especial, es necesaria una cuidada selección de los mejores ingredientes y un esmerado proceso creativo.
Nada es más descorazonador, que preparar con mimo una masa de croquetas, seguir todos los pasos al pie de la letra y ver cómo no conseguimos dar forma a las croquetas porque la masa es demasiado blanda o que las croquetas se abran al freírse. Pero hay una serie de trucos que nos permitirán salir airosos al elaborarlas, y presumir de unas croquetas tan deliciosas como las de nuestra madre.
1. No hay nada peor que una bechamel con grumos, para conseguir que sea lisa y cremosa, el único truco es una vez que se ha cocinado la harina ir echando la leche muy poco a poco y removiendo sin parar. La leche para que la masa quede más cremosa mejor que sea entera.
2. Si la masa de las croquetas nos queda demasiado blanda, con lo que no podremos darles la forma adecuada, suele deberse a que la bechamel no ha cocido lo suficiente y le falta espesar. No tengáis prisa en prepararla y dejad que cueza hasta que se despegue de las paredes.
3. Para que las croquetas tengan todas el mismo tamaño, lo mejor es coger las porciones de masa con ayuda de una cuchara de helados. También podemos poner la masa dentro de una manga pastelera con una boquilla ancha, formar churros y después cortarlos del mismo tamaño con ayuda de un cuchillo.
4. Conseguir una fritura perfecta, con un exterior dorado y un interior bien hecho es muy fácil si mantenemos el aceite de la fritura en temperatura constante de 180ºC. Para ello, debemos evitar echar demasiadas croquetas a la vez y sacar toda una tanda antes de freír la siguiente. Si el aceite está a la temperatura perfecta, evitaremos también que las croquetas se abran.
Las croquetas son una receta tan versátil que resultan perfectas para servirlas como aperitivo, segundo plato o en una cena ligera con una ensalada de hojas verdes. Es difícilmente superable la tentación de llevarnos a la boca uno de estos deliciosos manjares y de seguir repitiendo hasta no dejar ni una.
Lo ideal es servirlas calientes, recién escurridas del aceite. Es entonces cuando el exterior está muy crujiente y podemos saborear las mejores croquetas. Si las preparamos para servir como aperitivo, estarán deliciosas maridadas con una Alhambra Numerada en Barrica de Palo Cortado. Esta cerveza ha sido criada en barricas que han contenido vino Palo Cortado, lo que le transmite diferentes matices aromáticos como el intenso sabor a uvas pasas o frutos secos, creando un delicioso contraste con el sabor salado del jamón y la cremosidad de la bechamel. Para disfrutar desde la primera a la última.
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