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Por María José Amengual
En esta época del año apetecen recetas sencillas, refrescantes y que sean fáciles y rápidas de elaborar. Si buscamos todas estas cualidades y, además, que vayan acompañadas de un delicioso sabor, ese plato reúne las condiciones necesarias para que se convierta en un habitual de nuestra mesa de verano.
La ventaja de este tartar es que podemos prepararlo con antelación, guardarlo en la nevera y montar el plato justo antes de llevarlo a la mesa. Su presentación es muy colorida, con la mezcla de ingredientes que lleva, por eso lo mejor es que nos ayudemos de un aro de emplatar para conseguir un resultado perfecto.
Mimar a los nuestros a través de la gastronomía, ofrecerles los mejores ingredientes, presentarlos con ilusión en la mesa y observar sus gestos de agrado será nuestra mejor recompensa. Del mismo modo, los maestros cerveceros de Cerveza Alhambra crean sus variedades más especiales, como Alhambra Reserva Esencia Citra IPA, con mimo y tiempo para que las disfrutemos combinándolas con nuestros platos preferidos.
25 minutos
Fácil
Este tartar de salmón ahumado y aguacate estará delicioso maridado con una Alhambra Reserva Esencia Citra IPA, una variedad única, fruto de la especial atención a los detalles de los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra. Esta propuesta está elaborada con lúpulo de la variedad Citra, el ingrediente más relevante en el estilo IPA, que le aporta amargor y un aroma intenso a frutas cítricas y tropicales. Estas últimas serán las que sirvan para resaltar el sabor ahumado del salmón y acentuarán la cremosidad del aguacate.
La interpretación de Cervezas Alhambra de la IPA, de moderada intensidad amarga, ligeramente persistente y con una sensación de cuerpo ligera, tiene un sabor equilibrado que la convierte en una opción refrescante y versátil en su maridaje. Una cerveza que nos invita a saborear el momento y es perfecta para disfrutarla en esta época del año, en la que el calor nos lleva a buscar nuevas variedades con las que brindar.
El tartar es un plato que podemos encontrar en la carta de muchos restaurantes y que se prepara con carne o pescado crudo, macerado con distintos condimentos y salsas o incluso con huevo. Parece ser que originariamente se preparaba con carne, pero no está del todo claro si su origen se encuentra en Asia o en la Polinesia francesa.
Según la primera teoría, la tribu de los tártaros colocaba la carne cruda entre la silla de montar y el lomo del caballo, de forma que ésta se ablandaba mientras cabalgaban los guerreros. La otra teoría defiende que en la Polinesia francesa es habitual consumir carne cruda y que este plato se popularizó en los hoteles de origen francés a principios del siglo XX, época en la que el prestigioso chef Auguste Escoffier actualizó varias salsas, incluyendo la salsa tártara.
La reinvención de esta receta se produce a principios del siglo XXI, cuando se empieza a preparar con pescados y verduras. El salmón es una de los pescados escogidos, pues, por su suave sabor, admite ser combinado con muchos ingredientes, como el mango, la naranja, aguacate, tomate, frutos secos como piñones, cebolla en vinagreta, alcaparras y un largo etcétera.
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