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Por María José Amengual
Hay platos pertenecientes a la gastronomía oriental que todos conocemos y, en mayor o menor medida, hemos probado alguna vez, como el arroz tres delicias, los rollitos primavera o el cerdo agridulce. Aunque en sí no son elaboraciones complicadas, solemos degustarlas cuando comemos fuera de nuestros hogares. Por eso, proponemos preparar una comida de temática oriental y aprovechar para elaborar platos cargados de sabor, como esta receta fácil de pollo al limón, que es sencilla de cocinar y que conquista a todos.
Si hay una carne sobre la que existe unanimidad de paladares esta es la de pollo, que seguramente es la más consumida del mundo, y que cuenta con una larga lista de propiedades: tiene menos grasa y más proteínas, por eso siempre es interesante utilizarla si queremos elaborar un plato ligero, como el pollo al limón. Añadiéndole el punto cítrico, aportamos al conjunto una buena dosis de vitamina C, consiguiendo un resultado nutritivo.
Como ocurre con muchas recetas tradicionales, hay diversas versiones del pollo al limón. En la China continental generalmente se cocina al vapor, con rodajas de limón encima, pero nuestra receta es más crujiente para adaptarla a los gustos occidentales. La salsa incorpora un poco de ajo y jengibre salteados, caldo de pollo, un poco de jugo y ralladura de limón y suficiente azúcar para equilibrar la acidez, por eso es ideal para acompañarla con una Alhambra Reserva 1925, una variedad de cerveza con el amargor justo para que sea el contrapunto perfecto de esta receta.
Marina el pollo con anticipación. Para asegurarte de que cada bocado esté lleno de sabor y jugosidad, deja el pollo en su marinada correspondiente durante al menos 30 minutos (o, idealmente, 2 horas). Esto no solo lo hará más tierno, sino que intensificará el sabor oriental.
Puedes usar muslos en lugar de pechugas. Los muslos de pollo tienden a ser más jugosos y tienen una textura más interesante. Si aún así prefieres pechugas, opta por las que son gruesas.
Controla la cocción al milímetro. No sobrecocines el pollo; retíralo del fuego tan pronto esté cocido para evitar que se reseque.
Apostamos por maridar esta receta de pollo al limón con Alhambra Reserva 1925. Tanto por su color ámbar intenso, aspecto brillante y una espuma cremosa y consistente como por su aroma intenso y complejo, la combinación de los sabores de cereal y lúpulo, que se mantienen equilibrados con un contrapunto de amargor medio en boca.
Y si la receta de pollo al limón forma parte de un menú temático que vayamos a degustar con nuestros amigos, sea comida o cena, esta variedad es perfecta para complementar los sabores intensos de la gastronomía oriental. Si hervimos arroz blanco o unos fideos para acompañar el pollo al limón conseguiremos un plato aún más completo.
Hay muchos países en los que encontramos recetas de pollo al limón. En la cocina italiana, griega y persa existen versiones, generalmente con ingredientes como el aceite de oliva, la mantequilla, el ajo y, a veces, el vino blanco.
El término limón deriva del vocablo árabe laimun, que en persa es limun. Plinio, en su Historia Natural lo designa como malum medicum, es decir fruto medicinal. El limón fue el primer cítrico conocido en el mundo mediterráneo y fue utilizado en la cocina romana y árabe. La versión asiática del pollo al limón llegó más tarde, una creación de los emigrantes chinos, en su mayoría cantoneses, en América del Norte, que reemplazaron el wok por una sartén, y daikon y chou sum por brócoli y zanahoria.
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