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clearEl VII Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente ARCO convoca otro año más a los mejores jóvenes artistas de nuestro país. Descubre las 5 nuevas obras finalistas que nacen de encuentros entre el arte y la artesanía, inspiradas en dos de los pilares de nuestro origen, la ciudad de Granada y la Alhambra.
Fecha
22/02—26/02 2023
Localización
IFEMA—Feria de Madrid
Si se pareciera a algo, ya no sería el todo
Alberto Odériz
El proyecto “Si se pareciera a algo, ya no sería el todo” se acerca al monumento de La Alhambra aprendiendo de ella las herramientas abstractas que utiliza para construir el espacio.
La relación entre lo natural y lo artificial son el detonante para la obra. De esta manera, Odériz propone un nuevo lenguaje a través de un conjunto de esculturas que nacen de la abstracción nazarí, cuyas combinatorias son múltiples y que adquieren sentido en su condición relacional.
Nace en Pamplona, 1983. Arquitecto por la ETSA de Barcelona en 2008. Maestría de Análisis Teoría e Historia de la Arquitectura y la Ciudad en la UNAM con una tesis sobre la destrucción del espacio público en la Ciudad de México. Desde 2010 reside entre Navarra y México donde compagina su trabajo como escultor con otras disciplinas como el urbanismo o la docencia (profesor del seminario de investigación en la Maestría en Vivienda y en Ciudad).
Recientemente ha realizado trabajos de escultura alrededor de la temática de LA INEXPLICABLE ROCA, explorando con la metodología de la arqueología los diferentes acontecimientos del presente que por su condición trágica (el terremoto de 2017 en México), contestataria (las manifestaciones en contra de los feminicidios en 2019-2020) o simplemente por su insignificancia (las primeras acciones de una niña nacida en 2019) no estaba prevista su preservación.
Su obra se sirve de la técnica del encaje de bolillos para tejer una celosía de hilo y madera. Su patrón reproduce el diafragma de una cámara fotográfica, poniendo en relación la percepción visual real con la creada por los mecanismos de documentación. Además de trabajar con la luz y la mirada, introduce sonido y las herramientas de la propia labor artesanal. La pieza sonora mezcla grabaciones del sonido de la encajera con el sonido de las fuentes de la Alhambra, invitando al espectador a habitar la obra y a tener una experiencia inmersiva.
Almudena Lobera (Madrid, 1984) es artista visual. Máster en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, ha ampliado formación en la UdK Universität der Künste Berlín, es laureada por el HISK Higher Institute of Fine Arts en Gante y ha realizado numerosas residencias internacionales: UCL Slade, Londres; FAAP, São Paulo; Les Récollets, París y TOKAS, Tokyo, entre otras. Su trabajo ha podido verse en instituciones y galerías nacionales e internacionales como Tabacalera, Matadero, Conde Duque, CentroCentro y La Casa Encendida en Madrid; galería Arróniz, México; Espacio CDMX, México; Emergent, Bélgica; Flora, Bogotá; Faena, Miami; The Bronx Museum of the Arts, Nueva York o Pivô, São Paulo. Ha sido galardonada con el Premio Generación Fundación Montemadrid, el Premio Injuve Proyectos, la Beca Leonardo para Creadores e Investigadores Culturales Fundación BBVA y la Beca de la Real Academia de España en Roma.
“Recuerdo de la Alhambra” constituye una aproximación material y sensible de la artista a los estudios de fotografía moriscos abiertos desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil. La instalación se compone de un doble arco de medio punto y los elementos ornamentales que lo flanquean, superpuestos a un croma a modo de photocall portátil, eco de las escenas que servían de fondo para los retratos, y se completa con elementos documentales que evidencian el pliegue temporal implícito en los elementos constructivos de los estudios de fotografía.
Cristina Garrido (1986, Madrid, España) vive y trabaja en Madrid. Tras cursar estudios de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y el Camberwell College of Art en Londres, obtuvo un MA Fine Art en el Wimbledon College of Art con una beca de la Fundació “la Caixa”. Ha sido galardonada con el premio Generación 2015 Proyectos de Arte Fundación Montemadrid, la Beca Fundación Botín de Artes Plásticas (2017-2018) y el Premio ARCO para jóvenes artistas (2018). Su trabajo ha sido expuesto internacionalmente, incluyendo muestras en el British Museum (Londres), On Curating Project Space (Zürich), Centro Botín (Santander), Centro de Arte Dos de Mayo (Móstoles), Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) (Sevilla), CASS Sculpture Foundation (West Sussex), La Casa Encendida (Madrid) y Spike Island (Bristol), entre otros.
La imagen de la Alhambra recuerda que cada cosa que vemos, oculta muchas otras en realidad. Un primer indicio se encuentra tras el topónimo cristiano del palacio: “Alhambra” difumina la voz árabe “al-Hamrá” –la roja–, en referencia a la arcilla prensada entre sus terrosos muros. La arcilla roja, protagonista de esta obra, fluye en forma de canalizaciones cerámicas, inspiradas en los “atanores” que conducen el agua de manera subterránea en la Alhambra, y se deposita en forma de polvo sobre las láminas que la artista modela.
Irene Grau (Valencia, 1986). Vive y trabaja en Santiago de Compostela. Doctora en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia con una tesis doctoral titulada The Painter on the Road, realizada entre 2011 y 2015 con el apoyo de una beca FPU del Ministerio de Cultura y Deporte de España. Reconocida por premios como Apertura Madrid 2022, Generaciones 2018, las Becas de Creación Artística en el Extranjero Gas Natural Fenosa, el Isaac Díaz Pardo de Artes Plásticas, A Coruña, el Premio Mardel Artes Visuales, o el premio PhotoEspaña Off Festival. En 2016 fue incluida en la lista Forbes “30 Artists under 30 – Europe”. Su trabajo se ha mostrado en exposiciones individuales en instituciones y galerías europeas y americanas como el Abroms-Engel Institute for the Visual Arts (AEIVA) en Birmingham, US; Madison Museum of Contemporary Art (MMoCA) en Madison, US; Projeto Fidalga en São Paulo, Brasil; o la galería Heike Strelow en Frankfurt, Alemania, entre muchas otras.
Pablo Capitán del Río ha querido unir dos elementos aparentemente opuestos: el vidrio y la magnetita. Su relación con Granada es el vidrio de Castril y la magnetita que se extrae de la zona de la Vega, la Sierra de Baza y Sierra Nevada. Estos materiales parecen poner en tensión fuerzas contrarias. El resultado es una fusión entre el líquido y la piedra, lo que se retiene y lo que se escapa. Las planchas de vidrio reposan sobre una estructura de hierro geométrica de metal que contrasta con la superficie acuosa del vidrio.
Pablo Capitan del Rio (Granada, 1982). Vive y trabaja en Granada. Está licenciado en Bellas Artes en la modalidad de Escultura por la Universidad de Granada y en 2008 cursa el Máster en Producción Artística en la modalidad de Práctica Artística en la Universidad Politécnica de Valencia.